Indira Huilca
Ejecutivo y Legislativo están plenamente sincronizados y de espaldas a una realidad en la que se acumulan el malestar y la desaprobación a sus gestiones a niveles nunca antes vistos. Es un momento político en el que confluye un gobierno autoritario y una dictadura parlamentaria. La entraña antidemocrática es tan definitiva que hasta Keiko Fujimori ha decidido entrar al diálogo sobre la conformación del gabinete.