Editorial / Análisis – Mundiario
Colombia ha vuelto a estremecer al mundo con una tragedia política que reabre viejas heridas aún no cerradas: el atentado contra Miguel Uribe Turbay, precandidato presidencial del partido Centro Democrático, baleado en plena campaña, es mucho más que un acto de violencia aislado. Es una agresión directa al corazón de la democracia.