Álvaro García Linera*
Una oleada política reaccionaria recorre el continente. Allá donde las izquierdas y los progresismos colapsan por errores propios (Argentina, El Salvador, Ecuador, Bolivia, Chile) un desembozado antiigualitarismo se abalanza sobre las expectativas colectivas para intentar desmontar derechos y reconocimientos populares conquistados.
