Alberto Adrianzén M.
Bajar 19 puntos en la aprobación y subir 16 puntos en la desaprobación presidencial en un mes, como muestra una última encuesta, no es un hecho tan grave si uno tiene, como ha dicho el presidente Vizcarra, 60% de aprobación. Sin embargo, lo grave de esta situación es que las “armas” de respuesta (o las balas de plata) que el Presidente tiene frente a situaciones similares comienzan a agotársele.