Don Mario, el Conspirador
Francisco Durand
Desde que Pedro Castillo y Perú Libre se dispararon como contendores en la primera vuelta de las elecciones generales 2021, y ganaran por un pequeño margen en la segunda vuelta, las derechas, las peninsulares, las limeñas y las miameras están en modo pánico. Se está armando un gran frente anticastillista, donde destaca Mario Vargas Llosa.
Esta gran alianza ultraconservadora favorece ahora el desarrollo autoritario. Han incorporado al Perú a su lista roja de países “en peligro de caer en las garras del comunismo” y donde urge hacer una defensa de “la libertad” y, ante todo, el modelo económico que “genera riqueza”, así sea pateando el tablero de la democracia que dicen defender. Las derechas están en regresión política y dispuestas a todo.
Desde la primera vuelta, se ha movilizado una derecha internacional conservadora filo cristiana peninsular, en un afán de voltear la tortilla, es decir, de retomar el poder que cree les pertenece. Perú es su nuevo “conejillo de Indias”. Don Mario Vargas Llosa es el encargado de voltearla.
En ese contexto de alarma nacional e internacional de las derechas peruanas, latinoamericanas y españolas (política, religiosa, mediática, económica, social) se ha construido una poderosa, vasta, bien financiada red. Está dirigida desde Madrid, el lugar de residencia del marquesado de Vargas Llosa creado por el Real Decreto 134/2011, sede de la gran familia de conspiradores conservadores, reaccionarios, fascistas algunos, “liberales” otros; no faltando los que siempre ven en oportunidades cuando los bolsillos profundos existen lo que pueden hacer principalmente invertir en gasto político.
Alarmados por la victoria del maestro y sindicalista rural Castillo, a quien califican en los chats de ultraderecha como “un impresentable, un ignorante”, los descendientes de los conquistadores y la nueva casta europea que hicieron dinero a partir de 1821, fusionados ahora y concentrados en Lima se encuentra en la cima de la sociedad limeña están asustados, preocupados, algunos sumándose torpemente a la política, otros jugando a más alto nivel, caso del marqués. Entretanto, han sacado afuera, mayormente a paraísos tributarios, unos $12,000 millones.
La novedad es que, Vargas Llosa, empujado a hacer política que nunca entendió, no deja de moverse como pez en el agua en los círculos más exclusivos de España y se ha convertido en el principal conspirador. Alarmado por el giro a la izquierda del Perú, Bolivia, Chile, Colombia, Brasil-, el escritor crea la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), convocando a este movimiento elites ricas conservadoras, y atrayendo grandes donaciones de millonarios de Chile, Perú, Venezuela, Colombia y México, también de Miami.
Una de sus grandes iniciativas es con VOX de España, partido ultraconservador, para que firme acuerdos con las fuerzas políticas conservadoras peruanas. VOX actúa a través de la Fundación DISENSO, similar en diseño a la FIL y con más recursos. Se ha propuesto organizar el Foro de Madrid en oposición al supuestamente poderoso e influyente Foro de São Paulo. Hace poco en Lima, Keiko Fujimori de Fuerza Popular y Renovación Popular de Rafael López Aliaga, firmaron el documento Carta de Madrid. Ello implica la fusión de varias derechas: la autoritaria popular de Fujimori, la autoritaria elitista de López Aliaga y otras fuerzas y personalidades que se han corrido a la derecha extrema.
Tanto FIL como DISENSO son parte de una amplia red de partidos, personalidades y organizaciones conservadoras globales. A estas dos redes debemos añadir, sin conocer todavía bien los vínculos que tienen, las conexiones con Donald Trump en los EUA y sus bolsillos profundos, a través de donaciones de billonarios que financian entidades como Breitbart. Ha querido formar una internacional blanca y ahora que aspira a volver a la Casa Blanca la va a reactivar.
Las derechas peruanas han copiado del libreto Trump la mala práctica de desconocer resultados electorales, apoyándose en los grandes estudios de abogados que los asesoran, litigando para introducir la idea de un supuesto fraude.
El portal de Breitbart afirmó espantado hace poco, que el Perú ya no es parte del “mundo libre”. Están reviviendo el discurso de la Guerra Fría en el siglo XXI. A esta alternate right de los EUA debemos sumar las organizaciones cubano-americanas de Miami, donde tanto el escritor como su hijo Álvaro, eterno escudero, tienen viejas vinculaciones con la Fundación Nacional Cubano-Americana que fundara el fenecido empresario Mas Canosa.
En el plano religioso, en el campo de las luchas culturales, con cuerda propia pero uniéndose a las derechas cuando lo consideran oportuno, tenemos al Opus Dei, que en España, donde se fundó con y durante el franquismo, tienen influencias en los mismos círculos donde transita Vargas Llosa.
Destaca también la vasta red católica del Centro de Promoción Familiar y Reconocimiento Natural de la Fertilidad (CEPROFARENA), opuesta al aborto y al enfoque de género, extensa red de creyentes que moviliza sus tropas en diversos países desde hace varios años.
Recordemos que el Opus Dei, como su media hermana peruana, Sodalitium Christianae Vitae (con conexiones fuertes con familias elitistas de Chile y Ecuador), así como las distintas iglesias protestantes de militancia cristiana culturalista, habían considerado hace un tiempo hacer del Perú un bastión de conservadurismo religioso.
El Opus Dei, por la importancia e influencia que tiene su prelatura, sus colegios y sus donaciones y conexiones con las elites sociales, por el peso que le daba Juan Luis Cipriani, primer cardenalicio de esta orden semi secreta, es parte de la extendida red de derechas globales.
Las iglesias protestantes como Agua Viva, Movimiento Misionero Mundial y la Casa del Padre tuvieron espejismos parecidos y, al igual que las derechas cristianas, también están de alerta. Ahora estas esperanzas están desvaneciéndose y han pasado a la ofensiva, van a perder la plaza peruana. Deben recuperarla por Dios y por la Patria, y también por el mercado.
En el Perú, el 2021 se ha convertido entonces en un campo de lucha para las derechas internacionales, planeándose el reto de sacar a Castillo de la presidencia y, al parecer, no importan los medios sino los resultados. El fin, la derrota del comunismo.
La defensa de la libertad de mercados, la intangibilidad de la riqueza hiper concentrada en 20 grupos de poder y 60 multinacionales, así lo exige.
A pesar que Pedro Castillo solo tiene control sobre el Ejecutivo, y que el propio aparato del Estado está todavía penetrado por tres décadas de nombramientos neoliberales, y que la derecha controla el Congreso y tiene enormes ventajas mediáticas para hacer campañas; el susto no se les pasa y ahora anhelan conspirar para recuperar derechos y privilegios que temen perdidos.
Y tanto esfuerzo y gasto, tanto evento internacional en hoteles de lujo, tanta reuniones privadas en palacios y mansiones, ¿han tenido efecto? No lo suficiente para voltear la elección del 2021 y todavía no lo suficiente como para tramar algún plan viable de vacar a Castillo.
No tienen argumento válido, más allá de sus ideas o su supuesta “impresentabilidad”, que tanto hiere a las elites limeñas y los amigos del Marqués. Si lo vacan, empezara una crisis mayor.
La supuesta ola de movimientos sociales “contra el comunismo” no ha calado, se concentra en Lima y solo es popular en los barrios residenciales. La campaña para presentar a Keiko Fujimori como una lideresa tampoco. La alternativa, Renovación Popular, de López Aliaga, tiene serias fallas de liderazgo y es ciertamente, políticamente hablando, de menor calibre que Fujimori.
Los problemas reputacionales de organizaciones como el Opus Dei y Sodalitium Christianae Vitae por abusos a sus pupilos, los ha mellado allí donde creían destacar: los valores cristianos.
Vargas Llosa ha sido encontrado en la lista de millonarios que esconden la riqueza en paraísos fiscales, según nos enteramos del caso Pandora Papers. El escritor figura como titular último de una sociedad offshore en las Islas Vírgenes Británicas, uno de los paraísos tributarios más activos de las Américas. El caso tiene repercusiones tanto morales y quizás fiscales, en la medida que puede ser una manera de ocultar su riqueza al resto de su familia o eludir impuestos. Si “todo es legal”, ¿para qué ocultarlo?
Sus amigos y colegas presidentes-empresarios, Pedro Pablo Kuczynski de Perú, Guillermo Lasso de Ecuador y Salvador Pinera de Chile, tienen la armadura abollada luego del escándalo.
De modo que vacar a Castillo no va a ser tarea fácil para los conspiradores de Madrid. Mientras tanto Vargas Llosa se sigue deslizando por la pendiente del desarrollo autoritario. Lo misma tendencia de Frederick Von Hayek anunciada en Chile: el liberalismo no es incompatible con la dictadura.