Nicolás Lynch
Uno de los portentos ideológicos de la segunda mitad del siglo XX ha sido, sin lugar a duda, el sueño americano. Aquella fabricación que nos presentaba la propaganda del país del norte con un cartel donde papá manejaba un carro nuevo, mamá lo acompañaba a su costado y los dos hijos, hombre y mujer, iban en el asiento trasero. En resumen, el sueño de la clase media a la que cualquier persona de buena voluntad podría tener acceso.