Ariela Ruiz Caro
El trabajo de filigrana diplomática del gobierno mexicano permitió que el sábado pudiera realizarse la VI Cumbre presidencial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), luego de cuatro años de parálisis. El mayor éxito del evento consistió en haber sentado en la misma mesa a los líderes de la región, a pesar de sus diferentes miradas políticas.