LULA para Latinoamérica

Por: 

Nilo Meza (*)

El “patio trasero” cambia de domicilio… ¿se va a Europa?

Todo indica que el “patio trasero” de EEUU, luego del triunfo de Lula, está en cuidados intensivos. Por lo pronto, ya no existen más los países “cabecera de playa” como lo fueron Colombia y Chile, antes de Petro y Boric.  Salvo Ecuador y una media docena más de países, el mapa latinoamericano pinta de rojo o rosado.  Las derechas y fuerzas conservadoras que se trajeron abajo la ola progresista de los inicios del siglo XXI, están en retirada, pero al acecho.

Con la experiencia ganada, no tiene lugar actitudes triunfalistas de la izquierda, sino más bien aprender de la historia y actuar con la mayor madurez posible en un momento donde la crispación política y la crisis económica van juntas en el hemisferio.  No hay lugar para aventuras ni populismo baratos.  

Con el triunfo de Lula, pese a la complejidad del escenario mundial, las negociaciones geopolíticas tienen más opciones de desenlaces favorables a la región, pues se habría acabó el alineamiento dependiente de los gobiernos de derecha.  Las relaciones comerciales serán pensadas y establecidas pensando en el pueblo y no los grandes empresarios.

Con una Europa en crisis sin precedentes, sometida política, económica y militarmente a EEUU no parece incómoda con el estatus de “nuevo patio trasero” del imperio, donde la OTAN estaría cumpliendo su rol como “Ministerio de las nuevas colonias”.

¿Qué gana Latinoamérica con Lula? Bastante, pero sobre todo una agenda regional independiente, o muy cercana a ella, orientada a resolver sus problemas que aún lo mantienen en el “tercer mundo”.  Reforzar sus relaciones con China, Rusia, India y países que representan una alternativa al sometimiento comercial y financiero con EEUU.

Los BRICS recobrarán su rol protagónico como contrapeso a los organismos multilaterales que maneja a su antojo Washington. Asimismo, los temas de integración en la región volverán a la agenda latinoamericana con renovados impulsos: CELAC, UNASUR, MERCOSUR y la CAN, mecanismos estructurales que apuntan a convertir a Latinoamérica en jugador global. 

(*) Consultor en Desarrollo e Integración