Róger Rumrrill desde EE.UU.
No hay duda que esta afirmación es incuestionable e irrebatible: de la buena salud de la Madre Naturaleza depende la buena salud del ser humano y de todos los seres vivos que habitan el planeta Tierra. Como señalan los científicos, el arrasamiento de los bosques, la contaminación de los mares, ríos y lagos, la alteración del hábitat de los seres vivos, está también generando mutaciones en los virus, multiplicándoles y haciéndolos más agresivos.