El caso Pataz y la continuidad de una crisis
Víctor Caballero Martin
La marcha hacia Lima encabezada por el alcalde de la provincia de Pataz, Aldo Mariño, ha tenido un desenlace predecible. Inició la marcha con Dina Boluarte como presidenta, y concluyó cuando ya había un presidente: José Jerí. Nada había presagiar ese cambio, pero se hizo, no por acción de la protesta de los mineros en Pataz, sino porque las bancadas congresales ya consideraban incómoda la permanencia la señora Boluarte.

Pero el desenlace previsto no garantiza nada de nada. Pataz vive una crisis de violencia, azotada por la delincuencia que se ha posesionado de vetas mineras; la mimetización de las bandas delincuenciales con mineros ilegales e informales hacía inevitable el ingreso de las fuerzas policiales y militares para recuperar dichos territorios. Esa acción prosigue a la fecha. Como salida política a la crisis que generaba este conflicto, el gobierno pasado optó por constituir una Mesa de Diálogo de Desarrollo para la provincia de Pataz. Llegó hasta la presidenta de la República junto a ministros de Estado, pero no tuvo mayor repercusión ni continuidad. Las promesas que se hicieron y las agendas que se construyeron no concretaron nada.
Por eso, el alcalde Aldo Mariño, consideró que, con una marcha hacia Lima, sus demandas serían resueltas en un diálogo con la presidente (Boluarte) y sus ministros; pensando que la opinión pública y la gran prensa darían realce a este encuentro. Lo que sorprendía de la marcha y de sus declaraciones es la ausencia del tema de la minería informal e ilegal de Pataz. Su agenda eran obras y nada más.
La reunión del domingo 12 de octubre con el nuevo presidente Jerí ha sido bastante caótica. El alcalde y su delegación solo reclamaban obras y presupuesto. Ninguna mención a la crisis generada por la minería ilegal y las bandas que operan en la zona. Tan sorprendente como eso es el acuerdo que al parecer han logrado con el presidente Jerí: la convocatoria a una Mesa de Diálogo para el martes 14 de octubre. O sea, hoy.
Una decisión así tomada, sin considerar que aún no hay gabinete, que no se sabe quién asumirá la PCM, no solo terminará de mala manera. Peor aún, una mesa, que según anunció el alcalde Mariños, están invitados todos: "Los gremios, la sociedad civil, la juventud, la generación Z y todos los que amamos al Perú quedan convocados para esta reunión, todos no vamos a poder ingresar, pero sí sus dirigentes. Cada punto se irá tocando en esa mesa de diálogo"
Otro anuncio aún más incierto es el anuncio del mismo alcalde de “una mesa técnica con la participación de todo el Gabinete Ministerial y el alcalde de Pataz” para este jueves 16.
Terminada la reunión con el presidente, el alcalde Mariños no se le ocurrió mejor idea que ir a la Plaza San Martín a improvisar un mitin para anunciar sus logros. Por supuesto fue vapuleado y confrontado por los activistas políticos que siempre están ahí.
Nada garantiza que ambas mesas tendrán resultados positivos o, por impacto para la provincia de Pataz. Mientras tanto, la huelga minera anunciada por la CONFEMIN para el 20 de octubre se mantiene, sin visos de acuerdos con el nuevo gobierno.
