Qatar, legitimó la violencia de género y la violación de los Derechos Humanos

Por: 

Aida García Naranjo Morales (*)

Autogol

Qatar, escenario del denominado “deporte rey” ha construido 8 estadios manchados de sangre. “Construir lo que se construyó en Qatar, con temperaturas que varían de 30° a 50° a la sombra era imposible. Desde el 2010 murió en las faenas un promedio de 12 obreros por semana. Un total de 6.751 trabajadores inmigrantes murieron para que usted; «¡Viva el fútbol!» Esto, sin contar los obreros de Kenia y Filipinas, donde no se llevan registros migratorios. Las cifras de muertos aportadas por informes de The Guardian, la BBC (Inglaterra) y Amnistía Internacional son las siguientes: India 2711… Nepal 1641… Bangladesh 1018… Pakistán 824… Sri Lanka 557.”

“En Europa, al mundial de Qatar le llaman: «El mundial de la vergüenza». Hay una movida en ciudades francesas para no poner pantallas gigantes en lugares públicos en París, Marsella, Burdeos, Estrasburgo, Lille, etc. Es una forma de protesta por un mundial de fútbol que se llevó la vida y sueños de miles de trabajadores inmigrantes, que no le importaron a nadie. Por 8 estadios fastuosos. Que durante 30 días estarán repletos de hinchas. Y vacíos, por toda la eternidad. Por un capricho de la familia Al Thani, que el 2010 compró un mundial de fútbol. (Jon Kokura. Qatar el Mundial Maldito)

De acuerdo con información dada a conocer por The Guardian, las mujeres en Qatar durante la historia de este país han vivido bajo un sistema de discriminación, ya que dependen de los hombres para obtener permiso para situaciones que nos resultan totalmente naturales, como: casarse, viajar, tener acceso a la educación superior o tomar decisiones sobre la maternidad, por el contrario, los hombres pueden casarse con hasta cuatro mujeres, a la vez, sin necesidad de permiso de un tutor o incluso de su esposa o esposas actuales. Según informa Human Rights Watch (HRW), las mujeres, por tradición, deben obtener el permiso de sus tutores masculinos, es decir sus padres, hermanos, tíos y esposos, para ejercer muchos derechos básicos.

Por ejemplo, la regla marca que las mujeres no pueden ser las responsables principales de sus hijos, incluso si están divorciadas o si el padre de los hijos ha muerto. Si el niño no tiene un pariente varón que actúe como tutor, el gobierno asume este rol. 

Las cataríes avanzan a contracorriente

Aunque dichas costumbres y normas están muy arraigadas, las mujeres qataríes, han logrado dar pasos para conseguir una mayor presencia y equidad de género. De acuerdo con Ashghal.gov, en los últimos años, las mujeres en Qatar han logrado participar en los campos de la educación, la salud, las instituciones de caridad, las artes, el derecho, los medios de comunicación, las políticas, los bancos y otros sectores.

‘Las mujeres en Qatar han roto barreras y logrado un progreso significativo en áreas como la educación, pero todavía tienen que navegar por las reglas de tutela masculina impuestas por el estado que limitan su capacidad para vivir vidas plenas, productivas e independientes’, declaró Rothna Begum, directora general de mujeres e investigadora de derechos humanos en Human Rights Watch, para la página oficial de HRW.

Pero lejos de alentar las reformas que requiere el país, se penaliza con la muerte la homosexualidad, se desprecia a las mujeres y se maltrata a los inmigrantes.
En Qatar 2022 la FIFA ha marcado en su propia puerta el primer autogol. 

La jequesa Mozah, madre del actual emir, sigue ejerciendo como clara primera dama del ultraconservador reino donde se disputa el Mundial de fútbol de la infamia.

El día que un nervioso Joseph Blatter abrió el sobre para decir que Qatar iba a ser sede del Mundial 2022, subió al escenario a festejar el emir que estaba al frente del país en ese momento y padre del actual regente, Hamad bin Khalifa Al Thani, y una figura de mujer delgada, alta, con un traje bordó y un turbante del mismo color que sonreía discretamente, equilibrando la euforia reinante. Era la jequesa Mozah bint Nasser Al-Misnad, más conocida en el mundo de las realezas, el glamour y las revistas del corazón como Sheikha Mozah.

La esposa del histórico emir y madre del actual monarca, Tamim bin Hamad Al Thani. (Sierra, Gustavo) La verdadera sombra del poder de esta pequeña nación que en las próximas semanas será el epicentro de las esperanzas, euforia y frustraciones de buena parte de la Humanidad y motivo para señalar que, en Qatar, se legitimó la Violencia de Genero y los Derechos Humanos.

25 de noviembre. Origen del día internacional

Eran los años 60. En la Republica Dominicana asesinatos clandestinos encubiertos por el régimen, las persecuciones políticas digitadas selectivamente, la generalizada violencia callejera, los chantajes sexuales y las violaciones eran cosa cotidiana. El descontento popular iba en aumento La necesidad de derrocar al dictador Rafael Leónidas Trujillo, que por más de 30 años tenía sometido al país caribeño dio lugar a un poderoso movimiento revolucionario de oposición.

Las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal eran partes de los miles de dominicanos que participaban activamente de la revolución.  Patria Mercedes (1924, María Argentina Minerva (1926) y Antonia María Teresa Mirabal (1935) nacieron en un lugar llamado Ojo de Agua, pequeña localidad de Salcedo. Sus esposos   estaban presos por el mismo motivo, pero eso no las atemorizaba. Y no se dejaron intimidar, muy por el contrario, en diversos sectores de la población eran reconocidas como activistas destacadas.

Una tarde en que volvían de visitar a sus esposos en la cárcel fueron interceptadas por esbirros del servicio de inteligencia del tirano. Fueron llevadas a un cañaveral donde las sometieron a terribles torturas y vejámenes. Cubiertas de sangre, estranguladas y prácticamente destrozadas a golpes, fueron puestas en un vehículo con el fin de arrojarlas a un precipicio y simular un accidente. Cuando el pueblo se enteró un sentimiento de congoja recorrió el país, pero en vez de arrendarse frente al tormento que significo la muerte de las hermanas Mirabal, el espíritu patriótico de los dominicanos se fortaleció, horrorizados por tan cruel crimen; y su lucha posterior tuvo como final el derrocamiento del tirano. El sacrificio de Patria, Minerva y María Teresa no fue en vano.