El gobierno ha emitido una directiva, la RJ 272 – 2014, que saca a 700 mil personas del Seguro Integral de Salud. Los deja fuera del SIS y por lo tanto de la atención de salud gratuita en los hospitales y centros de salud.

El jefe del SIS ha dicho que en realidad no se está sacando a esas personas del SIS sino pasándolas a otro tipo de seguro, pero la RJ 272 habla de darles de baja y retirarlas del SIS y no de trasladarlas. Papelito manda; todos sabemos que una resolución firmada vale más que unas palabras.

El problema de fondo es que el SIS está diseñado como un “seguro para pobres”. Esta focalización individual extrema en las políticas sociales es parte de la herencia neoliberal: para recibir beneficios uno debe ser categorizado como pobre, caso contrario no recibes el apoyo del estado. Tal política de exclusión tiene por objetivo reducir la presión de gastos sobre el MEF y de esa manera reducir el impulso a que se cobre impuestos a quienes acumulan la riqueza.

Para determinar si una familia es o no pobre, existe el SISFOH – Sistema de Focalización de Hogares, que hace encuestas y cálculos y decide quienes merecen la estrellita de “pobre” y quiénes no. Ahora el SISFOH ha decidido que 700 mil peruanos ya no son pobres y por lo tanto deben salir del SIS.

Esta política tiene grandes deficiencias. Parte de un concepto de pobreza económica que obvia que la pobreza tiene múltiples dimensiones. Se olvida que en el Perú las familias pueden caer en pobreza de un momento a otro, si pierden la chamba, se muere alguno de sus miembros o sucede una de tantas desgracias que abundan por estas tierras. Pero sobretodo, se olvida de cuanto una enfermedad grave empobrece a las familias.

El problema mayor sin embargo es que el derecho a la salud es un derecho humano. A nadie se le debe negar la atención de salud que necesita, y así como todos los niños y niñas tienen el derecho de ir a un colegio público, lo mismo debe pasar con la salud. Como sucede en Inglaterra y Francia, en Brasil y Costa Rica, y en muchos otros países: Salud para Todos.

Esta exclusión de 700 mil peruanos del SIS es un atentado contra el derecho a la salud. Al mismo tiempo, el gobierno sigue pagando precios exagerados por 25 millones de soles anuales en una medicina llamada Atazanavir, en beneficio de una trasnacional farmacéutica. El MEF tiene sus consentidos y no somos nosotros.