Pedro y el magisterio peruano

Por: 

Sigfredo Chiroque Chunga

“Palabra de maestro” fue una frase que utilizó permanentemente el candidato Pedro Castillo para ganar credibilidad en sus promesas. La expresión comienza a estar devaluada entre los mismos profesores de base que sienten que no se está cumpliendo las promesas que hizo el “profe”, aún con los mismos docentes. 

Pocos resultados hay en cambios estructurales en educación. Sin entrar -en esta oportunidad- a un análisis de lo que está sucediendo en este campo, nos vamos a focalizar en algunos aspectos de política magisterial. Después de cerca de 7 meses, podemos decir que no hay (¿todavía?) cambios sustantivos en este campo. La situación negativa del magisterio peruano tiende a seguir en piloto automático y, a veces, con ahondamiento de sus problemas. Veamos básicamente los ejemplos de estabilidad laboral, de remuneraciones y de docentes EIB.

Estabilidad laboral y docentes contratados 

Bien sabemos que una de las manifestaciones neoliberales es la desregulación de la fuerza de trabajo, desapareciendo la estabilidad laboral, mermando los ingresos docentes y desapareciendo varios derechos laborales. En el caso de los maestros peruanos, el sistema hegemónico tomó dos decisiones:

  • En el corto plazo, introducir la “evaluación por desempeños” para quienes tuviesen nombramiento. Las reformas magisteriales del 2007 y del 2012 consagran esta medida, en el marco de la “meritocracia”. De esta manera se estableció la estabilidad laboral relativa, pues la medida puede llevar al despido. Las luchas magisteriales han frenado su aplicación sistemática en casi tres quinquenios. Los planes de gobierno de diversas organizaciones de izquierda contemplaban anular esta norma, como se hizo -digamos- en México.
  • Para el mediano y largo plazo, el modelo neoliberal implementó una medida que sí ha estado funcionando: ir aumentando el porcentaje de maestros contratados y así llegar a una inestabilidad laboral sistemática. Sin maestros nombrados, desaparece la carrera magisterial y los alcances del art. 15º de nuestra Constitución vigente.

En los últimos tiempos, los maestros contratados del país han ido aumentando relativamente, a pesar de engañosos procesos de nombramiento cada dos años. Hace 20 años, los docentes contratados no pasaban de un dígito porcentual. Para septiembre del año pasado, teníamos 416862 docentes laborando en el sector público: 231098 como nombrados (estabilidad laboral relativa) y 185764 contratados (inestabilidad laboral) . Es decir, cerramos el año pasado con un 44.56% de maestros contratados que -en el caso de los Institutos y Escuelas de Educación Superior Pedagógica (Pedagógicos)- supera el 50%.

Frente a esta situación, la organización izquierdista Nuevo Perú tenía una estrategia definida para superar el problema en tres años. El Gobierno de Pedro Castillo llegó sin políticas precisas también para el sector educación y magisterial. Aceptó las decisiones sobre nombramiento docente dejadas por sus antecesores (Sagasti/Cuenca) y cuando sucedió el problema de filtración de la parte de la prueba de nombramiento, paralizó la evaluación de los maestros contratados. En la práctica ha postergado hasta el 2023 un nuevo proceso de nombramiento de docentes. Mientras tanto crece relativamente el número de docentes contratados, cumpliéndose objetivamente la política neoliberal de desregulación de la fuerza de trabajo docente.

Pedro y la política remunerativa docente  

Los trabajadores docentes del Estado lograron sus mejores niveles de poder adquisitivo en el año 1965, durante el primer gobierno del Arquitecto Belaunde Terry. En este año, triplicaron con creces lo que podían comprar con su sueldo promedio del año 1942. Actualmente (marzo 2022) el poder adquisitivo del magisterio peruano está por debajo de lo que podían adquirir en 1942 y significa cerca de la quinta parte del poder adquisitivo de 1965. Ver Gráfico Nº 1.

                                                           Gráfico Nº 1


                                                         Gráfico Nº 2

Fuente. Acompañamiento sistemático del autor

Analizando las tendencias que se evidencian en los Gráficos Nº 1 y principalmente en el Nº 2, podemos señalar lo siguiente;

  • Las luchas magisteriales son importantes, pero no son suficientes para explicar las mejoras en el poder adquisitivo de los maestros. Así tenemos que en el período 1970 al 1990 de grandes huelgas del SUTEP, el poder adquisitivo docente se vino abajo. Mientras a comienzos del siglo XXI con Toledo, la huelga del 2003, coincidió con la mejora real en las remuneraciones docentes. De igual manera, de julio del 2015 al 2020 hubo mejoras sustantivas en la economía docente y esto tuvo que ver también con las luchas de los SUTEs Regionales del 2016-2017, encabezadas por el hoy presidente Pedro Castillo.
  • Las tendencias establecidas nos permiten visualizar que ni la Ley de Carrera Pública Magisterial (2007) ni la Ley de Reforma Magisterial (2012) han tenido real impacto en las remuneraciones docentes. Del 2005 al 2015 el poder adquisitivo magisterial no se alteró mayormente. 
  • Gran peso en las tendencias positivas en las remuneraciones docentes tiene que ver la voluntad política de los Gobiernos de turno. Esto queda claro en 1965 con la Ley 15215 de Belaunde; en 1970 con la Reforma Educativa de Velasco Alvarado; en el 2002-2005 con Toledo y en el 2017-2019 con Kuczynski. En estos casos, primó la decisión política y la percepción de que las remuneraciones docentes no sólo tienen impacto en el magisterio, sino son un buen canal de reactivación económica, aumentando en el algo el poder adquisitivo de consumidores que están en el último rincón de la Patria.
  • Generalmente las mejoras remunerativas docentes han coincidido con positiva situación económica del país y bonanzas en el fisco. 

Podemos afirmar entonces -como hipótesis de trabajo- que hay posibilidades de real mejora salarial en el magisterio peruano cuando confluyen: decisión política, positiva situación económica del país y luchas magisteriales. 

El profesor Pedro Castillo -hasta ahora- sólo ha tenido influencia como dirigente de los SUTEs Regionales en la mejora remunerativa del magisterio peruano, en el período 2017-2018. Como veremos en seguida, en los tiempos que lleva como presidente, el poder adquisitivo de los Docentes se ha deteriorado, sin previsiones de mejora en el presente año, salvo los ascensos previstos para este año, pero ellos llegan sólo a una minoría docentes y sólo a los nombrados.