En las últimas semanas, tanto Otra Mirada como el diario La República han venido sacando importante información acerca de la falta de transparencia, contradicciones y dudas existentes sobre el origen del dinero que financió los costosos estudios de los cuatro hijos de Alberto Fujimori en el extranjero.
La Congresista Keiko Fujimori, directamente involucrada, no ha sido aún capaz de aclarar este tema y por si esto fuera poco sigue pretendiendo el sillón presidencial. Además, hasta ahora su única propuesta para gobernar el Perú es liberar a su padre, condenado en primera instancia por graves delitos contra la humanidad y vinculado a una cuantiosa corrupción. 
¿Fue ajena a estos delitos Keiko Fujimori? Hasta ahora no lo sabemos, pero mientras tanto es necesario recordar los actos de corrupción por parte de la mafia fujimontesinista que, no olvidemos, convirtieron nuestro país en un botín y se lo “llevaron en peso”. El robo fue descomunal, algunos investigadores llegan a sumar hasta US$ 14 mil millones los costos de valor desviados por corrupción entre los años 1990 y 2000. El hecho concreto es que esta corrupción dejó un inmenso forado en las arcas fiscales, dinero por cierto de todos los peruanos.
Para ser más específicos, recordemos como referencia algunos de los conceptos de origen de estos escandalosos hechos:
Fuente: Quiroz, Alfonso. “Costos Históricos de la corrupción en el Perú Republicano” en El Pacto Infame.
Estudios sobre la corrupción en el Perú. Felipe Portocarrero Editor.
Con relación al caso de la ONG Apenkái, los hermanos del ex dictador, Pedro, Rosa y Juana Fujimori, tienen hoy en día orden de captura por malversar US$ 20 millones de dólares a través de dicha institución en la década de 1990 (El Comercio 4/06/09).
Según la Organización Transparencia Internacional, el dinero robado por el mismo Alberto Fujimori durante su gobierno se estima en US$ 600 millones, con lo cual, gracias al ex Presidente, nuestro país ocupó en el año 2004 el puesto número 7 en el ranking de los 10 líderes más corruptos del mundo.
Es probable que en nuestra historia republicana no se haya dado un robo de tal magnitud al Estado peruano. Los peruanos necesitamos recordar quiénes robaron nuestro dinero y se burlaron de nosotros. ¡Cuidado! Que no se repita.