El triunfo de la “libertad”
Hace varios meses que la derecha política y sus medios de comunicación están embarcados en una campaña para cambiar el rumbo de la política exterior del actual gobierno.
Luego de la victoria que supuso para estos sectores la salida del ex ministro Roncagiolo del palacio de Torre Tagle, el viernes se anotaron otro punto con la firma del acuerdo de liberalización comercial entre los países de la Alianza del Pacífico. La Alianza del Pacífico involucra a cuatro países: Chile, Colombia, Perú y México. Para algunos este tratado formaría parte de una estrategia que busca debilitar a la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y poner sobre la mesa nuevamente la fracasada Zona de Libre Comercio de las Américas (ALCA) descartada en el 2005.
El último sábado, el diario El Comercio en su editorial celebró la firma del tratado constitutivo de esta alianza comercial entre estos cuatro países “amantes de la libertad”. Mientras que este tratado había avanzado a pasos agigantados, los acuerdos de integración impulsados por aquellos países proteccionistas y enemigos de la libertad no hacían más que estancarse. Prueba de ello, dice la editorial, son las dificultades que actualmente tendría la UNASUR y el punto muerto en el que se encontraría MERCOSUR.
A la liberalización comercial que la Alianza del Pacífico otorga se le debía sumar el libre tránsito que este nuevo tratado les otorga a nuestros ciudadanos. Sin embargo, lo que no menciona el editorial es que en la actualidad los peruanos ya pueden desplazarse libremente por la región gracias a otros tratados impulsados por instituciones como la Comunidad Andina y el MERCOSUR, acuerdos poco amigos de la libertad en palabras del editorialista.
A continuación El Comercio propone una interesante teoría: la liberalización de los flujos migratorios no sólo sirve para dinamizar las actividades comerciales, sino que serviría también para “que la gente exprese su opinión sobre las diferentes políticas de sus respectivos países no solo con su voto, sino también con su decisión de mudarse o no a otro país. De esta forma, las zonas de libre circulación proveen a las personas de un instrumento muy poderoso para hacer saber a un gobierno cuándo sus programas no están funcionando o, peor aún, están funcionando solo para arruinar la vida de la población.”
Hay por lo menos dos cosas que decir sobre lo anterior. Primero, pareciera que cualquier ciudadano que quisiera castigar a su gobierno no tendría más que tomar una decisión e irse del país. El editorialista piensa, aparentemente, que cualquiera tiene la posibilidad económica para migrar. “La gente” para El Comercio parece que es un grupo bastante más reducido que el conjunto de la población.
En segundo lugar, si observamos las cifras migratorias de estos “campeones de la libertad” y seguimos los consejos de El Comercio los políticos tendrían que tomar nota del mensaje. En el caso del Perú, la emigración ha aumentado de la mano del “milagro peruano”. Según cifras del Parlamentario Andino Alberto Adrianzén en el año 2000 fueron 51 mil los peruanos que se fueron del país. Dicha cifra aumentó a 141 mil y luego a 214 mil personas en los años 2004 y 2008 (año de mayor crecimiento económico de la “milagrosa” década peruana) respectivamente. Por último, en el 2011 la cifra se mantuvo estable, más de 200 mil los peruanos se fueron del país. Siguiendo la lógica de El Comercio no queda más que decir que el actual modelo económico está arruinando la vida de la población y que ésta con su huida del país no hace más que expresar su opinión sobre el “milagro” peruano.
Si observamos las cifras del caso colombiano, otro “campeón de la libertad” las cosas no mejoran. En los últimos años Colombia no deja de expulsar a sus ciudadanos del país, anualmente 240 mil colombianos abandonan su país. En total hay más de 4.5 millones de colombianos fuera del país. En vez de abrazar la “libertad”, estos migrantes colombianos prefieren caer en brazos del “proteccionismo” y el “autoritarismo” de países como Venezuela y Ecuador principales receptores de migrantes colombianos.
Pareciera que ni los peruanos, ni los colombianos, aman suficiente la libertad que el modelo neoliberal les ha otorgado y que por el contrario apenas pueden huyen del milagro que ha tocado a sus respectivos países. Hoy gracias al editorial de El Comercio sabemos que cuando los ciudadanos o la “gente” en palabras del editorialista, se van del país algo anda mal. Haría bien entonces el diario en cuestión en escuchar el mensaje que los peruanos quieren dar al emigrar masivamente. Parece que el “milagro” y la “libertad” a la que se refiere el editorial solo es para alguna “gente” y que más bien la mayoría lo único que quiere es huir en busca de mejor fortuna.
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