Mercado mayorista: porque nos importa*
Pedro Francke
El pasado jueves 25 de octubre, luego que la Policía Nacional iniciara un operativo para hacer cumplir Ordenanzas impidiendo el ingreso de camiones mayoristas a la zona de La Parada, fueron ferozmente atacados por bandas de delincuentes contratados provocando un saldo de 2 muertes. El sábado 27, en la zona de La Parada hubo otros dos muertos, aparentemente por trifulcas entre ellos.
Pero, ¿era necesario el cambio en este mercado? ¿Por qué no dejar que las cosas siguieran como siempre? Todos sabemos del desorden, basura, enfermedad, delincuencia y problemas de transporte que ha generado el mercado mayorista de la Parada. Una informalidad que mezcla los intereses de los grandes comerciantes con la delincuencia y la degradación social, manteniéndose esta situación negativa por décadas.
Toda ciudad metropolitana de gran tamaño requiere un mercado mayorista formal y organizado. Lo tienen todas las grandes capitales latinoamericanas y del mundo. Y no sólo es por sus efectos sobre el entorno urbano. Los estudios económicos desde hace más de dos décadas han identificado el problema de la comercialización mayorista en Lima como uno de los principales problemas en el comercio de alimentos, que encarece los precios en la ciudad afectando sobre todo a los más pobres. Pensar que toneladas de alimentos perecibles que generan millones de soles en ventas diarias y también decenas de miles de residuos sólidos, puedan seguir ingresando, vendiendo, almacenando y distribuyendo de la misma manera artesanal e informal que hace cien años, es absurdo.
El proyecto de un nuevo mercado mayorista ha sido ofrecido en elecciones municipales también desde hace muchos años. Pero es recién ahora que la Municipalidad Metopolitana de Lima, asumiendo su responsabilidad hacia la ciudad, se pone los pantalones y enfrenta el reto de trasladar el mercado mayorista a un nuevo local en Santa Anita.
Debido a ello, la gestión municipal ha venido recibiendo el ataque de grupos mafiosos de los “reyes de La Parada”, con apoyo del fujimorismo y el castañedismo que, buscando impunidad a sus fechorías, promueve la revocatoria de la alcaldesa y todo su Concejo. Es conocido el rol que ha jugado Margarita Valladolid, dirigente de La Parada y ex - candidata fujimorista al Congreso, encabezando una resistencia delincuencial y violenta.
La Municipalidad Metropolitana de Lima ha venido trabajando en favor de nosotros los consumidores. El cambio debe efectuarse y las mafias de los “reyes de la parada” deben aceptar lo que ha sido aprobado democráticamente a favor de la ciudad.
Ante los hechos de violencia ocurridos, es necesario ser firmes en defensa de la democracia frente a estos ataques mafiosos y lamentar las muertes ocurridas, cuyos responsables deben ser identificados y sancionados, al igual que quienes han financiado a las bandas de delincuentes que desataron la violencia. Finalmente, la policía debe revisar un operativo que, sin duda, se quedó corto en inteligencia, preparación y capacidad de respuesta.
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