Una vez más se coloca al Ministerio de Salud (MINSA) a espaldas de la salud pública y de los derechos humanos de las mujeres.

Así lo demuestra la Ministra de salud, Midori de Habich, al seguir postergando la aprobación del protocolo de aborto terapéutico, que fue un compromiso de Campaña del Presidente Humala.

Hasta ahora ninguno de los Ministros de Salud, ha podido superar las presiones internas y externas para dictaminar una medida sanitaria que por ley corresponde, a pesar de la existencia de dos sentencias internacionales que lo obligan a cumplir con su propia ley y que en los últimos 4 años, se han producido al menos 3 careos internacionales, en el llamado Examen Periódico Universal de Cumplimiento de Derechos Humanos (EPU), que Naciones Unidas convoca a sus Estados miembros. En todos, el MINSA ha respondido que el Protocolo está en proceso y que su aprobación es inminente. Esto también fue señalado por la Ministra en su última interpelación en el Congreso  a finales del año pasado.

Estas salidas al paso, hacen quedar a la Ministra de Salud no solo como incumplida, sino también como mentirosa, pues para su mala suerte, quienes estuvieron detrás de ella, agotaron todas las medidas dilatorias que podrían intentar e inventar. A esta fecha todos los obstáculos creados para la aprobación del Protocolo han sido derribados. Entre ellos, uno de los más importantes,  la opinión adversa del Ministerio de Justicia (MINJUS).

En dicho informe, el MINJUS, corrige diametralmente su opinión anterior, el mismo que fue elaborado en el 2005, luego de que el Ex Ministro Vallejos, no teniendo como oponerse a la aprobación del protocolo de aborto terapéutico, solicitó “opinión jurídica”  a este sector, haciendo lo mismo con la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), recreando la vieja patraña del “gran bonetón”.

Hasta hace poco todos creíamos que el viejo informe seguía siendo el obstáculo, después de todo, así lo señalaron los diferentes ministros de salud, incluyendo a la actual, pero lo que la Ministra ocultó a la ciudadanía es que desde mayo del 2013, disponía de informe positivo que de haberse tenido la voluntad política, tendríamos en este momento el protocolo de aborto terapéutico. Pues este nuevo informe no sólo supera las tergiversaciones y vacíos del anterior, sino también enfatiza que el Ministerio de Salud tiene la obligación tanto de aprobar el protocolo, como de eliminar barreras de acceso que obstaculicen su cumplimiento, cerrando así varios años de peloteo. La PCM, en el mismo sentido, ha señalado, que  a ellos no les toca opinar sobre estas cuestiones y que es el MINSA, como ente rector en la materia, el que debe asumir esta medida.

Descubierto el ocultamiento, gracias a un informe que el Ministerio de Justicia hizo llegar al Congreso, en el mes de diciembre, la Ministra decidió darse por enterada del caso y no se le ocurrió mejor salida que volver a hacer consultas, ya no a sus sectores pares, sino a la comunidad médica, con la obvia intensión de echar unos años más al proceso; sin embargo, lo que la Ministra ignora que todas estas consultas ya se hicieron, por lo tanto, el obstáculo es ella misma, por lo que solo queda decirle, Ministra cumpla y no mienta.