Crecimiento sin futuro: Sobran los jóvenes en el Perú*
Lucia Alvites S.
“No hay peor crimen que matar un sueño, ni mayor virtud que realizarlo”
Jorge Livraga (poeta argentino).
Hace unas semanas, en base a informes oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), escribí un artículo que titulé “más crecemos, más nos vamos”. En él, mostraba la tendencia ascendente de la emigración de compatriotas que deciden vivir y buscar un presente y un futuro más digno y feliz afuera del territorio del Perú. Las cifras eran lapidarias: 45.428 emigrados/as en 1999; 165.877 en 2005, 251.102 en 2008.
Lo más preocupante era que el año recién pasado, 2011, superaba a los anteriores alcanzando los 272.000 emigrados/as.
La idea era alertar y reflexionar sobre la verdadera significación social del publicitado crecimiento macroeconómico del país, a tasas que superan el 6% en más de una década. Mismo período en que el crecimiento se muestra claramente excluyente, expulsando al 10% de nuestra población, más de 3 millones de compatriotas.
El futuro
Sin embargo, quise averiguar por la tendencia futura inmediata, buscar en el presente indicios de cambio, que reviertan esta sangría nacional de capacidades y sueños. Busqué entonces datos sobre la percepción que tienen las nuevas generaciones respecto del futuro que el país les está ofreciendo hoy. Me pregunté cuántos de nuestros jóvenes encuentran en el país un lugar para su bienestar y no sienten que la expectativa de vivir en otro país es el único modo de obtenerlo.
La respuesta fue aún más alarmante y triste. Según la Primera Encuesta Nacional de la Juventud, realizada por instituciones oficiales del Estado peruano en el año recién pasado, 2011, el 48,2% de los jóvenes entre 15 y 29 años tiene la expectativa de vivir en otro país, ascendiendo a 50,2% en Lima, y al 51% en toda el área urbana del país. La mitad de la juventud peruana, uno de cada dos jóvenes, tiene la expectativa de irse del Perú actual.
Las razones
Las razones, según este estudio oficial, no dejan de producir vergüenza a quienes sentimos que el país es algo más que una buena propaganda. Por mejora económica (49,5%), por motivos de estudio (21,8%) y por “contrato de trabajo” (11,9%). En todos los casos, mientras más jóvenes son los encuestados, más expectativas de vivir en otro país tienen (ENAJUV, 2011, pp. 151 a 157).
Como joven que ama el Perú, me cuestiono si no será tiempo que dejemos a un lado la propaganda exitista y pensemos en serio en esta evidente negación de patria que afecta ya a más de tres millones de peruanos/as y sus familias, y que resulta más hiriente aun cuando despoja de proyecto nacional a quienes representan el presente y el futuro de un país, sus jóvenes.
Una “Marca Perú” no reemplaza el trabajo digno y justamente pagado, cuya persistente falta es la razón con que argumentan su deseo de irse del país los jóvenes. Y una buena propaganda no cambiará el hecho de que no desarrollamos valor agregado, ciencia y tecnología, empleo calificado. El Perú, según cifras oficiales, es el último país de los 12 de Suramérica y el penúltimo de los 33 de Latinoamérica y el Caribe, sólo Haití está más abajo, en invertir en Ciencia y Tecnología (CNE del MINEDU Perú, 2012).
¿Para qué se invertiría? Si hemos optado por crecer únicamente saqueando y vendiendo recursos naturales, que han de acabarse algún día, y para eso no hace falta trabajo calificado. Dicho de otro modo, nos sobran los jóvenes que quieran calificarse, razón por la que quieren ir a calificarse fuera del Perú el 21,8% de los encuestados. Con el actual tipo de crecimiento, si salen seguramente no regresarán.
Llegó la hora de reflexionar con inteligencia si no será una irresponsabilidad, profundamente violenta, enrostrar diariamente la propaganda exitista del crecimiento macroeconómico a la cara de un pueblo y una juventud a los que al mismo tiempo siempre se les responde oficialmente que el país no cuenta todavía con recursos, cuando se trata de garantizarles sus legítimos derechos y aspiraciones.
Vamos a preguntarnos con patriotismo a quién realmente beneficia este tipo de crecimiento que nos deja sin futuro. Pensemos sinceramente si algo no anda mal, profundamente mal, cuando sobran los/as jóvenes en este Perú actual, cuando mientras más crecemos, más nos vamos, y más nos queremos ir.
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