No se ha podido concretar la masificación del gas natural (GN), entre otros factores, por la implementación de políticas neoliberales que priorizan y defienden intereses empresariales extranjeros (el 53% del GN se exporta y sólo el 0.7% va para las viviendas); por el otorgamiento de la distribución del gas natural domiciliario (GND) a monopolios y por la política de los organismos supervisores de la inversión que favorecen a estos monopolios, así como los lobbys  legislativos que impiden leyes a favor de la masificación del GND.
 
El congresista Manuel Dammert considera que se ha destinado un escaso presupuesto para el financiamiento de las conexiones a los domicilios, los costos de las instalaciones son altos y la política tarifaria se torna injusta pues no tiene sustento ni supervisión. “A ello se agrega el incumplimiento del contrato de concesión por parte de la empresa monopólica Calidda, que favorece el consumo de los balones de GLP, en desmedro de la economía de los sectores más necesitados. El compromiso era instalar el servicio a 2 millones de hogares, pero sólo ha llegado a 300 mil”, refirió.

 
Recientemente el ministerio de Energía y Minas promocionó algunas cifras en un suplemento contratado que fue distribuido en algunos diarios de circulación nacional, en el que indica que el número de conexiones de GN es de 299,790 en Lima y Callao, mientras que en Ica la cifra llega a 34,691.
    
El expresidente de Perú-Petro, Aurelio Ochoa, advirtió que de esa cifra por lo menos el 40% son conexiones virtuales; es decir, que se han hecho las redes de distribución pero no se ha realizado la conexión de gas. “Un gran porcentaje de viviendas tiene toda la instalación e incluso la caja medidora, pero no tienen gas pues no se les ha hecho la conexión. El gobierno ha considerado esa conexión virtual como si fuera una conexión real”, comentó a otramirada.pe
 
Ochoa considera que no se ha logrado la masificación del gas natural debido a que la distribución no es rentable para la empresa concesionaria que dedica sus esfuerzos por llegar a las industrias y no a las personas.
 
“No se ha desarrollado la cultura del gas. Teniendo un recurso poco contaminante y barato, no se ha desarrollado y no se ha explicado a la población de sus beneficios. No se ha dado prioridad al consumo residencial porque es más rentable la generación industrial y la venta en grandes volúmenes”, señaló.
 
El especialista dijo que en Colombia (en 20 años) se han realizado 7 millones 700 mil conexiones domiciliarias reales, mientras en el Perú no llegamos a las 300 mil. “En Colombia se priorizó el mercado interno y en el Perú se ha priorizado el mercado externo. Eso debe ser motivo de reflexión de los candidatos presidenciales que deben decir como harán para que la masificación del gas sea una realidad”, comentó.
 
PROPUESTAS
Ante ello, el congresista Manuel Dammert presentó un proyecto de ley para declarar de necesidad pública la masificación del GND, el mismo que ya cuenta con dictamen favorable de la Comisión de Descentralización del Congreso.
 
Propone implementar el mecanismo de promoción, que a la fecha no está vigente y que ha generado el incremento de costos en el acceso al servicio del gas natural, por la eliminación del descuento promocional para las conexiones externas e internas del GND.
 
Sobre la supervisión de la regulación tarifaria y facturación del servicio de gas natural domiciliario, plantea que la empresa concesionaria precise las normas de calidad, mecanismos y procedimientos de los Centros de Distribución Sub-distritales que permitan verificar la facturación de los montos que se viene cobrando a los usuarios.
 
Dijo que se debe contemplar también una ampliación del programa de masificación a zonas no consideradas, debido a que en Lima Metropolitana existen muchas zonas en distritos que no han sido consideradas en el plan quinquenal de masificación del gas.
 
Pide que se revise y transparente las formulas de la facturación del servicio de gas natural domiciliario y la regulación tarifaria. En el servicio de transporte del GND plantea la no aplicación de este cargo para las categorías de usuarios A1 y A2, que es el sector de la población de bajos ingresos y en situación de pobreza.
 
Como plataforma de lucha inmediata, el congresista propone modificar o emitir nueva normativa respecto a ampliar e intensificar la masificación del uso de gas natural residencial en Lima y Callao sin discriminación ni restricciones, que permita acceder al uso de gas natural a las zonas de laderas, zonas de pendientes intermedias y altas, zona de la margen izquierda del río Rímac y con tarifa social para los comedores populares y locales de vaso de leche para llegar a los 2 millones de conexiones  hasta el 2018.
 
La ruta por la masificación del GND está incompleta y todo parece indicar que en este gobierno poco se podrá hacer en lo que queda del año de gestión.