La educación rural en el Perú
Sigfredo Chiroque Chunga
A propósito del Día del Campesino
Educación rural no es sinónimo de educación campesina. En varias ciudades del país, muchas personas, que viven en la ciudad, deben madrugar para trasladarse al campo donde trabajan; no son pobladores de áreas rurales, sino citadinos que laboran también como campesinos. De la misma manera, hay personas que viven en el campo, pero que eventualmente van a la ciudad en busca de empleo o para ejecutar alguna tarea, por ejemplo, de salud o laboral.
Para el INEI, la persona que trabaja en el “campo” (tierra) recibe la denominación de campesino. Cuando el presidente Juan Velasco Alvarado, al promulgar la Reforma Agraria, enunció: “¡Campesino, el patrón ya no comerá más de tu pobreza!” se estaba refiriendo a la población rural que trabajaba en la agricultura.
Para el 2023, el INEI estimó que teníamos 6 millones 981 mil habitantes viviendo en el Perú de área rural, 20.7% de la población nacional, y un 27% ejerciendo la actividad agrícola; es decir, tenemos habitantes dedicados al sector agropecuario, que no viven necesariamente en el campo. Pero, también tenemos un sector marginal de la población de áreas rurales que no necesariamente labora en actividades agropecuarias. Ver Cuadro adjunto.
Nos vamos a referir a la educación rural con poblaciones menores de 2000 habitantes, residentes en el campo fundamentalmente dedicadas a las actividades agropecuarias. Es decir, con población dispersa mayormente campesina que en principio es y debe verse diferenciada en costa, sierra y selva. Su diagnóstico y alternativas deberían considerar esta diferenciación.
Desigualdad
Según el último Informe del INEI, en el año pasado (2023) la pobreza en área urbana llegó al 26.4% de la población, mientras que en el área rural fue del 39.8%. Hablar, entonces, de la educación rural es referirnos a peruanos y peruanas signados por la pobreza. Todos los indicadores educativos deben leerse como un testimonio de lo que hace el sistema hegemónico neoliberal con la población pobre del país, como la de áreas rurales.
El analfabetismo casi se cuatriplica en la población de áreas rurales; pero, la población rural tiene plena conciencia del valor educativo, por ello la matrícula es significativa en la población rural.
Concebimos la calidad educativa con doble dimensión: (a) Rendimientos en los aprendizajes y (b) Pertinencia de lo que se aprende. El Ministerio de Educación (MINEDU) ha creado la Oficina de Medición de la Calidad de los aprendizajes (UMC), centrado básicamente en medir los rendimientos o logros de aprendizaje, sin mirar prácticamente si los aprendizajes logrados son pertinentes.
El mismo MINEDU demuestra que los deseables rendimientos escolares o logros satisfactorios de aprendizaje en general son muy bajos en el país y menores aún en los estudiantes de áreas rurales. En la educación rural, los aprendizajes satisfactorios llegan apenas a un 14% de estudiantes (lectura en el 4° grado de primaria) y, en el peor de los casos sólo a un 4.1% de estudiantes (matemática en el 2° año de secundaria). Hay una mala situación en los rendimientos de los estudiantes peruanos en general, pero ella es pésima en los estudiantes de área rural (ver cuadro adjunto).
Analizando más al fondo lo poco que se aprende, a partir de los currículos que se usan, es posible afirmar que no se concretiza la pertinencia de los aprendizajes con las necesidades del contexto, ni con los proyectos de vida individuales y sociales. Hay debilidad en los rendimientos y en la pertinencia.
Alternativas
El MINEDU algo ha avanzado, considerando niveles de ruralidad (1-2-3); sin embargo, los resultados en los aprendizajes antes señalados nos indican que importan cambios sustantivos. Postulamos que deben darse una respuesta integral a la educación rural (y también urbana), en el marco de las pedagogías críticas, liberadoras y descolonizantes . Deberíamos profundizare el replanteamiento también para la educación rural en diversos campos como.
- Razones de la educación. Como un derecho que coadyuva al Buen Vivir comunitario, cambiando el sistema hegemónico, colonizante y eurocéntrico
- Finalidad de la educación. Para promover enseñanzas y aprendizajes, como saberes interculturales que respondan al Buen Vivir de cada Pueblo del país y del conjunto de la sociedad mundial. En la actual etapa histórica asume un enfoque biocéntrico, liberador y descolonizante. El para qué de la educación es el eje orientador de todo sistema educativo también rural.
- Responsables de la educación. El Estado, las Familias y subsidiariamente el Sector Privado son los responsables del sistema educativo descentralizado y orientado fundamente a los aprendizajes para el Buen Vivir.
- Sujetos que estudian. La educación es un derecho de todos y en todas las edades; en adultos, educación en-para-desde el trabajo, con aprendizajes a lo largo de la vida.
- Sujetos que enseñan. Profesionales de la educación y educadores populares, que asumen la docencia como mediadores de aprendizajes de sus estudiantes y al mismo tiempo como fin de su propia realización, asumiendo la pluriculturalidad.
- Organización del sistema educativo. Educación como derecho de todas y todos los peruanos/as, Inicial desde los 0 años / Primaria (5 años) / Secundaria (5 años) / Técnica (2 años) / Educación Superior No Universitaria (3 años) / Educación Superior Universitaria (no menos de 5 años) / y Educación de Adultos y Aprendizaje a lo largo de toda la vida.
- Competencias, capacidades, desempeños y contenidos educativos. Dentro de las pedagogías críticas, lo que operativiza una educación biocéntrica, liberadora y orientada al Buen Vivir (finalidad educativa para los que optamos por un nuevo sistema).
- Metodología y procesos de enseñar y de aprender. Técnicas y procesos dentro de las pedagogías críticas; aceptando la finalidad crítica de la educación (cambio de sociedad y civilización), con requisitos de formar conciencia crítica en los educandos, o sea, sentimiento crítico, pensamiento crítico y organización-acción críticas, también usando éticamente como medio la IA.
- Recursos de aprender y de enseñar, incluyendo infraestructura. Recursos e infraestructura necesarios para una educación con óptimos logros de aprendizaje y con pertinencia.
- Gestión educativa. Diversificada y pertinente a los diversos campos que garanticen educación para el Buen Vivir, en la diversidad de Pueblos.
- Presupuesto y gasto en educación. Presupuesto inmediato diversificado no menor al 1.5% del PBI para Educación Rural y creciente para buscar equidad y garantizar calidad-pertinencia, según la diversidad de los Pueblos rurales del país.