La campaña electoral de Dina y el gabinete Nicanor
Rudecindo Vega Carreazo
La inconstitucional e ilegítima presidencia fraternal de Dina y Nicanor está en campaña política, hace tiempo, han logrado inscribir, ilegalmente, usando al gobierno y ausencia del JNE, su partido Ciudadanos por el Perú (con firmas falsas y uso de recursos del estado), han designado y contratado personas, sin cumplir requisitos, en todas las instituciones para apoyar su campaña y, acaban, al fin, de designar a uno de los operadores de Nicanor, un “cuello blanco”, un “hermanito”, como Premier y muchos otros ministros más. Con 0% de aprobación y 97% de desprecio ciudadano, la pretensión gubernamental es elegir congresistas camuflados en alguna alianza para que actúen como sus defensores y les eviten la cárcel en el próximo gobierno; si lograran ser bancada sería su sueño mayor. Saben que solos no pasarán la valla, buscan aliarse con alguno de sus socios; disponer de recursos del estado, funcionarios y trabajadores es su “jale”. Sueñan ser furgón de cola de Keiko, se conformarían con Acuña o, cualquier mafioso urgido de recursos para la campaña. Lo vienen trabajando desde el inicio de gobierno, ocultado por sus semanales escándalos de corrupción, hoy con elecciones en marcha, la intervención gubernamental en la campaña electoral, así no tengan chances, será notoria, irregular y peligrosa.
La pareja presidencial fraternal sabe que le espera la cárcel cuando deje el gobierno, quiere evitarla a toda costa. El “Gabinete Nicanor” tiene el encargo de prolongar al gobierno lo más que pueda, participar en la campaña electoral en favor del partido de la pareja presidencial y procurar elegir congresistas. El Perú no les importa. En diferentes ministerios e instituciones, hace meses, con aval de la Contraloría, dirigen contratos, designan funcionarios y contratan personal; es un padecimiento silenciado, las decisiones y designaciones por indicación del hermanísimo presidencial: PCM, Educación, Salud, Midis, Justicia, Vivienda, Interior, Cultura, Agricultura, Trabajo, Transporte, Mujer, Energía y Minas, Ambiente; también en ESSALUD, SUNEDU, SENCICO u empresas como PETROPERU y SEDAPAL. Han dispuesto la estructura gubernamental para apoyar al partido presidencial. El actual gabinete es abiertamente un gabinete de Nicanor, de operadores del presidente clandestino, de títeres del presidente en la oscuridad; el premier y varios ministros son operadores, títeres, de Nicanor.
Saben que el JNE está de su lado, no ve nada ni dice nada, permitirá sus ilegalidades, hasta que sus aliados actuales les permitan. El JNE y la Contraloría han sido espectadores y cómplices del uso ilegal de recursos del estado logísticos y humanos para inscribir el partido gubernamental, a pesar de las múltiples denuncias públicas no han hecho ni dicho nada. Al igual que el RENIEC, tampoco han hecho nada, respecto de las firmas falsas que presentaron para lograr su inscripción. Todos son delitos, con la sola función de fiscalización electoral, el JNE podría retirarlos del padrón y sacarlos de la campaña. Lamentablemente no tiene la fuerza ni la dignidad para cumplir su mandato constitucional. El gobierno de 0% de aprobación, con demasiadas denuncias, nada tiene que perder, su vocación delincuencial lo llevará a forzar todo para evadir la cárcel por sus delitos cometidos. Están preparados, no quieren seguir la suerte de Ollanta ni Vizcarra; aspiran tener congresistas, sueñan con bancada propia. Es un gobierno delincuencial, muy peligroso, haciendo campaña electoral abierta para sobrevivir.
Son un gobierno ineficiente y corrupto, repleto de asesinatos, delitos y sin apoyo popular, pesado y apestado. Son un gobierno en pareja presidencial, inconstitucional e ilegítimo, sus actuales aliados les soportarán hasta que su utilidad caduque. En agosto o setiembre, el congreso podrá vacar a Dina, ya tendrán garantizado quedarse como congresistas hasta julio del 2026. Keiko y Fuerza Popular, Vladimir Cerrón y Perú Libre, López Aliaga y Renovación Popular, Acción Popular, Avanza país, Somos Perú y Podemos no querrán cargar al gobierno del 0%, peor si comprueban que utiliza el aparato gubernamental para hacerles competencia electoral; descongelarán las varias denuncias constitucionales que tienen en él parlamento. Quien no se desprenderá del gobierno es Acuña y APP, por mercaderes, angurrientos y mezquinos, seguirán haciendo negocios y negociados hasta el final, saben que electoralmente van perdidos, “el papá de La Libertad y la mamá del Perú”, formaron un matrimonio a su altura: chatura gubernamental y moralmente criminal.
El momento electoral actual es sui generis, terrible para el futuro nacional: un gobierno ineficiente y desaprobado, necesitado de sobrevivir hasta fin del mandato y desesperado, cueste lo que cueste, por lograr congresistas en las próximas elecciones; una mafiosa coalición gubernamental consolidada en el congreso que sabe del desprecio ciudadano a su gestión y busca reelegirse y mantener su poder gubernamental a toda costa, ha copado los sistemas de justicia y electoral y ha modificado la normativa política electoral a su favor, va segura a la reelección de su mafiosa coalición; un variopinto y disperso espectro de partidos y candidatos, sin distingos políticos, unos más débiles que otros, que no juegan ni a gobiernistas ni a oposición, mudos todos respecto de la desgracia del país, pero que se vislumbran y proclaman los triunfadores próximos. Es un momento electoral de pavorosa incertidumbre, hartos partidos y candidatos, pocas alternativas, los malos conocidos de la mafia gubernamental tienen ventaja ante los “egos” de los desconocidos y sus partidos que disfrutan “el baile de los que sobran”. Es un momento electoral poblado de desesperanza para el futuro del Perú.
Es un momento electoral que estará marcado por dos hechos políticos: la vacancia de Dina y la incierta constitución de alianzas políticas. La vacancia de la presidenta “tranquilizaría” la campaña, disminuirá la confrontación y aireará el debate nacional; la mafiosa colación gubernamental que la soportó tanto tiempo dirá que escuchó el clamor popular, que sólo la apoyó por la estabilidad y gobernabilidad y que la vacó por las denuncias de asesinatos y corrupción, saben que, sin Dina, se despercuden del gobierno y mejoran sus posibilidades. La “oposición nacional” que pidió renuncia, vacancia y la denunció, sentirá que su pedido, así sea tarde, fue escuchado y es un logro suyo; la campaña electoral se “disdinizará”, le permitirá enfocar mejor sus propuestas y a sus rivales. Por otro lado, la constitución de alianzas políticas, serviría, más que a la mafiosa coalición gubernamental de partidos y candidatos conocidos a los nuevos y pequeños para participar con alguna expectativa en las próximas elecciones; insisto, sin alianzas políticas o frentes sociales de apoyo, los nuevos y desconocidos van a la segura derrota y perdida de su inscripción electoral.
La situación del Perú y la campaña electoral están marcadas por la inestabilidad del “gabinete Nicanor”, la probable vacancia de Dina y la ilegal campaña electoral del gobierno; también por el alejamiento y retiro de respaldo de la actual coalición gubernamental de la presidencia y su necesidad de presentarse electoralmente como lejana al gobierno; ojala se construya un proceso de alianzas y frentes sociales de partidos y candidatos nuevos que prioricen los intereses del país y, quiera dios, se forje un despertar ciudadano, que encarne el 97% de desprecio ciudadano actual a los gobernantes en un voto firme que diga #PorEstosNo.