Luego de que se suspendiera el paro que acataban gremios y organizaciones sociales del Cusco en defensa del gas de Camisea, el diálogo entre el gobierno y los dirigentes de La Convención le ha dado la razón a dos de las principales demandas de los pobladores de esta zona del país:
¿Qué relación existe entre el uso racional de nuestros recursos naturales y el desarrollo del país? ¿Cómo asegurar que este desarrollo sea realmente estratégico y sostenible? Hace unos días, un pronunciamiento del Grupo Basadre, titulado “Recursos naturales y seguridad nacional”¹, nos hizo recordar la forma tan irresponsable como se vienen explotando nuestros recursos naturales.
Hace unos días, salió publicado el Decreto Supremo Nº 039-2010-EM el cual establece que en los contratos de exportación del gas, el precio de éste no podrá ser inferior al vigente en el mercado interno.
Ante la inminente exportación del gas de Camisea de los lotes 88 y 56 por el actual gobierno de Alan García, algunas organizaciones de la sociedad civil se han pronunciado en contra de esta medida no solo porque afectaría el abastecimiento de gas de nuestro mercado interno, sino por los efectos negativos para el sector industrial nacional.
Desde que se hiciera público el interés del gobierno en exportar el gas de Camisea de los lotes 88 y 56 a México, diversas “voces” políticas y técnicas se han pronunciado en contra de esta medida que pondría en peligro el abastecimiento de nuestro mercado interno.
Los hechos ocurridos recientemente en Islay (Arequipa) han puesto en agenda un nuevo tipo de conflicto: el conflicto por el agua. A febrero de este año, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) identificó 244 conflictos vinculados a los recursos hídricos, lo cual viene configurando un panorama que podría agudizarse en un futuro no muy lejano.
En el encarte de OtraMirada publicado en agosto, “Gas de Camisea: Regalo de Dios que nos quieren quitar”, resaltamos la necesidad de una política de Estado para el manejo sostenible de nuestros recursos energéticos.
En aquellos momentos crecía la indignación de la ciudadanía por la absurda situación en la que nos encontrábamos. Por un lado, empresas peruanas sin posibilidad de acceder al gas natural barato de los lotes 56 y 88. Y, por el otro, un compromiso para abastecer este mismo gas a precios irrisorios al mercado mexicano.
Hace unas semanas, la revista Caretas (2098) publicó el artículo “Pizango nos traicionó” basándose en algunas declaraciones del líder indígena Santiago Manuin.
La Reserva Comunal Amarakaeri (RCA) fue creada en 2002, mediante el Decreto Supremo N° 031-2002-AG, con el objetivo de contribuir a las protección de las cuencas de los ríos Madre de Dios y Karene,para proteger el equilibrio ecológico y lograr un ambiente adecuado para el desarrollo de las comunidades nativas Harakmbut, Yine y Machiguenga, vecinas de la zona reservada. Hasta aquí todo bien, pues se aplica la Ley N° 26834, Ley de Áreas Naturales Protegidas.
El actual gobierno insiste en “solucionar” las demandas de los pueblos indígenas de la Amazonía de forma equivocada.
Si antes el gobierno jugaba a mecer a los indígenas amazónicos hasta el cansancio, con la intención de que sus representantes abandonen las mesas de diálogo, ahora se quiere limitar las investigaciones en torno a lo ocurrido en Bagua para culparlos solo a ellos de lo ocurrido.