José F. Cornejo
El triunfo incontestable del ultra derechista, Jair Bolsonaro, a la presidencia de Brasil, desata una ola de profunda conmoción e inquietud en el país y a nivel internacional. Todavía nos cuesta mucho entender como el país de la samba, el “jogo bonito” y el Carnaval, puede haber plebiscitado como presidente a un político dictatorial como Bolsonaro, que representa las antípodas de las imágenes que tenemos de Brasil.