López Obrador y Jair Bolsonaro: Agua y aceite
Aída García Naranjo Morales
Nuestro continente vive signado en un escenario en que izquierdas y progresismos en América Latina han perdido las elecciones en varios países y surgen nuevas propuestas ultraconservadoras. El pasado diciembre 2018 definió un nuevo escenario latinoamericano.
El triunfo de Manuel López Obrador en México y el de Jair Bolsonaro en Brasil expresan la tensión de derecha / izquierda en el continente, sin perder de vista que urge sumar otras contradicciones, en tanto son persistentes en nuestros pueblos otros procesos para enfrentar la lógica neoliberal, en donde “resistir es tan valioso como arremeter”. Resulta de singular importancia tomar nota de estos procesos y los nuevos desafíos políticos de la agenda electoral del 2019.
2018/2019 en México y Brasil
AMLO: “Hare cuanto pueda para obstaculizar la regresión”
Termina el año excepcional y se produce un contrapunto norte /sur en nuestro continente. El nuevo presidente de México Andrés Manuel López Obrador y los integrantes del nuevo parlamento mayoritariamente de izquierda, representan esperanza y expectativas a pesar de las dificultades que enfrentan; y en Brasil el cuadro político actual, con el inicio de su mandato, dará aliento a las fuerzas de la derecha en el continente, en busca de una estrategia común del conservadurismo latinoamericano.
Fui invitada a la asunción de mando (o Rendición de Protesta) de Andrés Manuel López Obrador, AMLO, acrónimo por el cuál es conocido el líder de izquierda que corono 42 años de lucha social, la que se inició con la defensa de las comunidades chontales de su natal Tabasco.
El gobierno del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) ha ganado entre la población la más grande de las expectativas. Luego del triunfo abrumador de AMLO, con el 53.17% de la votación, convirtiéndose así en el presidente más votado de México y con mayoría de izquierdas en las dos Cámaras del Poder Legislativo.
El gobierno que asumió el mando del 1 de Diciembre con un programa de “Cien Compromisos”, que busca poner fin a 36 años de políticas neoliberales en México y al fracaso del modelo político y la inmensa corrupción pública y privada enfatizó que el modelo empobreció a la población.
En su primer mes de gobierno, AMLO se ha esmerado en probar que está en curso “un cambio de régimen político” como afirmó en su discurso de posesión el 1º de Diciembre en que nos hicimos presentes con una delegación de 40 organizaciones políticas de América Latina, miembros del Foro de Sao Paulo.
Las promesas de campaña con símbolos de austeridad se pusieron en marcha. Colocó a la venta el lujoso avión usado por Peña Nieto e hizo uso para su desplazamiento, al interior del país, de una línea aérea comercial. La residencia oficial de Los Pinos fue puesta a disposición de las visitas de la población, que el primer día recibió a 30,000 visitantes, número similar se ha mantenido día a día, AMLO vivirá en su propia casa. Inició el plan de austeridad del gobierno reduciendo en 60% su propio sueldo y promulgó una ley en que ningún funcionario público ganará un sueldo por encima del salario del Presidente. Frente a ello, sectores del Poder Judicial vienen expresando su rechazo, mas no están en condiciones de entrar en desacato frente al Ejecutivo y Legislativo. Dispuso el incremento del salario mínimo, la defensa de los derechos de los migrantes, la instalación de la comisión de la verdad y la defensa de los más pobres, vía un conjunto de políticas económicas y sociales .
La Seguridad Pública y la Lucha Anticorrupción, constituyen sin duda los principales desafíos de AMLO, así como la proyección de un crecimiento anual de PBI al 4% durante su mandato (antes 2% en el 2017) y el respeto a la autonomía del Banco Central. Es una gestión que se presenta auspiciosa, definiéndose AMLO capaz de transformar México y que ofrece “mandar obedeciendo”.
El escenario del Zócalo con 200,000 personas expectantes de su mensaje, los rituales, para recibir el Bastón de Mando en clave de pueblos originarios y marginados, símbolo de servicio e identidad nacional, así como los signos de austeridad con el ejercicio del poder conmovieron y convencieron en una ceremonia tradicional realizada por parte de representantes de los pueblos indígenas de México. Se trata de uno de los símbolos más importantes y más cargados de significados culturales que se ha venido enriqueciendo a lo largo de las transformaciones históricas de México.
Es obvio que el voluntarismo no basta, sin embargo, tiene a su favor también la buena voluntad de millones de mexicanas y mexicanos frente a las frustraciones con el desempeño de los líderes anteriores. AMLO anuncio que se someterá a la revocatoria de su mandato a medio término. Sin embargo, la agenda interna limitará el espacio de una proyección regional, poniendo por delante la defensa soberana de los intereses de su país y adelantó frente al grupo de Lima que México no romperá relaciones con Venezuela, ratificando así el respeto a la soberanía de las naciones y una política de no injerencia, desmarcándose del alineamiento con la política exterior militarista de Trump.
Bolsonaro: “La fujimorización es la salida para Brasil”
De otro lado en el sur, el Tribunal Superior Electoral (TSE) en Brasilia, acreditó al Presidente electo Jair Bolsonaro (ultraderechista) y a su vicepresidente el general Hamilton Mourao el 10 de Diciembre.
Bolsonaro (exparacaidista y con 26 años de diputado federal), llega al gobierno de Brasil luego de la ruptura del pacto democrático vigente a través del golpe jurídico parlamentario y el juicio contra Dilma Rousseff en el 2016 y la prisión de Lula, el mayor liderazgo de la izquierda, que fue vacado de la disputa electoral del 2018, dato estratégico para analizar la victoria conservadora y reaccionaria. Bolsonaro en base a una predica ultra conservadora en las costumbres y con extensa base evangélica neopentecostal, formo un amplio frente político de fuerzas poderosas del establishment económico financiero brasilero y de fuerzas externas, unidos por el objetivo de extirpar a la izquierda del escenario político y reestablecer un rol subordinado de Brasil bajo el paraguas de EEUU.
En el campo de la izquierda y las fuerzas progresistas con Fernando Haddad a la cabeza (PT, PCdoB, MAS, PROS) obtuvieron 47 millones de votos, movilizando un poderoso movimiento cívico en defensa de la democracia y los derechos civiles y un proyecto de desarrollo más soberano de Brasil.
La victoria de la extrema derecha en Brasil marca el fin del ciclo político democrático de los últimos 30 años, abierto con la “promulgación de la Constitución Federal de 1988. El voto a Bolsonaro sin embargo, “no es un voto fascista, ni por estado mínimo, privatizaciones, ni reformas ultraliberales”. Si bien es cierto se alzó con el triunfo de 54 millones de votos, un total del 61% del electorado brasilero no voto por esa propuesta.
Entre cumbres y conferencias
El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, fue el organizador el 8 de Diciembre en la ciudad de Foz de Iguazu, de la llamada “Cumbre Conservadora de las Américas” que congregó a representantes de la derecha de un pequeño grupo de personas de cinco países de la región, cuyo objetivo es poner fin a las “dictaduras comunistas”. La cita fue apoyada por el Presidente y asistieron ciudadanos de Colombia, Chile, Venezuela y Nicaragua, cuyos discursos se centraron “contra el comunismo y el Foro de Sao Paulo” al que pertenecen las organizaciones políticas de la Izquierda Latinoamérica. El venezolano Roderick Navarro del Movimiento Rumbo Libertad instó a la derecha regional a la “Unidad frente al Foro de Sao Paulo, que es una amenaza para el occidente” (El Comercio Perú 8/12 /2018)
Por otro lado reunidos en la ciudad de Sao Paulo, Brasil, los días 8 y 9 de Diciembre, el Grupo de Trabajo del Foro de Sao Paulo (FSP) confirmamos el diagnostico señalado a lo largo de estos últimos años, ante la ofensiva conservadora en América Latina y el Caribe, sobre aquellos países que en la historia reciente adoptaron regímenes progresistas y de izquierda. Señalando que la crisis iniciada la última década tuvo repercusiones en los bajos índices de crecimiento económico y el fortalecimiento del proteccionismo, como lo expresa la guerra comercial entre EEUU y la República Popular China, favoreciendo el ascenso de partidos de extrema derecha, que imponen ajustes estructurales neoliberales, violando los derechos humanos y sociales en general.
Frente a ello desde el FSP se busca: impulsar: el Plan de Acción: “Defendamos América Latina y el Caribe como zona de paz” y la construcción de un amplio frente político latinoamericano y caribeño a través del “Consenso de Nuestra América“, en defensa de los Derechos Humanos y Sociales, el combate al neoliberalismo y la defensa intransigente de las libertades democráticas.
Los días 10 y 11 de Diciembre del 2018, con motivo de la celebración del 70º aniversario de la Declaratoria Universal de los Derechos Humanos, se realizó en Sao Paulo con el auspicio de la Fundación Perseu Abramo, la Conferencia Internacional en Defensa de la Democracia.
Tres jornadas de debate marcaron la conferencia: El conservadurismo y la extrema derecha en el mundo actual, las respuestas democráticas y progresistas y sus alternativas y los caminos de la lucha por la defensa de la Democracia.
Panorama 2019
Tendremos varias disputas electorales en el 2019, en El Salvador, Ecuador , Uruguay, Argentina y Bolivia, que nos permitirán optar entre las políticas progresistas y los esfuerzos por enfrentar la lógica neoliberal y patriarcal con los retrocesos políticos, sociales y económicos propuestos por la derecha; serán agua y aceite las apuestas antagónicas del 2019. Nuevas victorias se hacen necesarias para reconfigurar el panorama político de América Latina.
*Ex Embajadora del Perú en la República Oriental del Uruguay y Representante permanente ante ALADI y MERCOSUR
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