Una economía para todos
Yorka Gamarra Boluarte
Intentando una definición, podríamos decir que la post verdad, expresa un contexto en el que predomina una “verdad” creada en laboratorio, con un fin específico.
Con esa verdad construida, se implementa la edificación de una corriente de opinión y un sentido común, apelando a los sentimientos, temores y creencias, mayoritariamente aceptados por la gente, a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
El neoliberalismo ha sido muy hábil generando el sentido común que le ha permitido implementar dicho modelo económico con amplia aceptación de la gente, además el contexto mundial de tres décadas atrás, le permitió un triunfo en la guerra de las ideas llegando a decretar el fin de la historia (que se sigue postergando).
Hace unos días Germán Alarco ha presentado un interesante libro en el que propone una “Agenda Post Neoliberal” y desvela varios pilares del discurso que aun reina en el Perú. Alarco encuentra 8 postulados básicos y evidencia qué finalidad persigue el neoliberalismo con ellos. Estos son:
1. “La inversión privada está en sus límites inferiores históricos”, es una expresión (señala Alarco) que se utiliza para recordarnos equivocadamente que esta variable es el único motor de crecimiento de la economía peruana. Luego, lo que procede es seguir incentivándola.
2. “Los sobrecostos laborales afectan la inversión privada y la producción”, nos debe recordar (dice el autor) que la mano de obra es un insumo más y un costo de producción que se debe minimizar para elevar la contraparte de las ganancias.
3. “La tramitología peruana rebasa los estándares internacionales”, se usa para promover la desregulación. Afirmación que se cae rápidamente, si se menciona que el Perú se encuentra en la posición 54 de 190 economías sobre la facilidad de los países para hacer negocio, según el reporte Doing Business (2017) del Banco Mundial [1].
4. El crecimiento de la informalidad (se debe) a las exigencias al sector formal, igualmente se usa para promover la desregulación.
5. Que la presión tributaria del Perú es excesiva, al igual que sus niveles de endeudamiento, obviamente (esto está destinado) a promover la reducción del tamaño del Estado.
6. La minería está frenada por los conflictos socio-ambientales, olvidándose que ésta se acelera y frena principalmente por los precios internacionales.
7. El sector minero genera mucho empleo, (es utilizado) para insistir en que se mantengan y amplíen sus beneficios tributarios.
8. La desigualdad y pobreza se han reducido en las últimas décadas; mentira la primera y verdad a medias la segunda. El autor, señala que los umbrales de ingreso para definir la pobreza (S/. 338 por persona) y pobreza extrema (S/. 183), no reflejan la realidad de los precios de las zonas urbanas. Y continúa señalando que el concepto de pobreza monetaria es insuficiente, ya que debería sustituirse el concepto por pobreza multidimensional que comprende indicadores sobre las condiciones de alimentación (nutrición) vivienda, salud y educación de la población [2].
Este libro viene en un momento en que existe la necesidad de construir un discurso alternativo al económico que reina en el país desde hace tres décadas, varios hechos de conflictividad social, han demostrado el agotamiento del mismo y la imposibilidad de seguir buscando salidas y soluciones dentro de los marcos del mismo.
Hoy se plantea el reto de crear un nuevo sentido común, que pueda diseñar un modelo económico que nos incluya a todos: “una economía para todos”, como lo dijo el autor del libro que hoy comentamos.
[1] http://www.otramirada.pe/Una-agenda-postneoliberal
[2] IDEM
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