Reconstrucción en Chile. ¿Y en el Perú?
En los últimos años, ha sido recurrente que los principales analistas de la situación política económica del país realicen el análisis comparativo entre nuestra situación y la chilena.
Queda claro que mucha de esta predisposición responde -en una gran cantidad de casos –al expreso interés por pretender calcar o importar para nuestro país la estrategia de desarrollo económico seguida por nuestro vecino país del sur.
Sin embargo, este análisis resulta muchas veces incompleto y tendencioso debido a que se olvida de temas en donde existe una diferencia sustancial entre la situación nacional y la chilena. Al respecto, vamos a desarrollar un breve análisis del reciente Plan de Reconstrucción en Chile.
A raíz del trágico episodio sísmico suscitado en Chile, Sebastian Piñera –Presidente de la República de Chile- anunció un conjunto de medidas en pos de la reconstrucción del vecino país del sur. Este plan contempla entre sus principales fuentes de financiamiento a la aplicación de un conjunto de ajustes tributarios. En ese sentido, el mandatario chileno anunció el aumento temporal del impuesto a la renta de primera categoría (grava a las llamadas rentas de capital). De acuerdo a lo manifestado por Piñera este tributo se mantendrá en 17% en 2010, se elevará a 20% en 2011, luego se reducirá a 18.5% en 2012 y volverá a 17% en 2013.
Piñera anunció también que aumentará de forma temporal las regalías a las empresas mineras lo que generará una contribución adicional de US$ 700 millones en tres años. Además, se anunció la aplicación de una sobretasa temporal de 0.25% por dos años a las contribuciones de bienes raíces y del 5% de las viviendas de mayor avalúo fiscal que no hayan sido afectadas por el terremoto (de manera de no afectar a la clase media). Mientras que las pequeñas y medianas empresas (PYMES) cuyas ventas no superen los US$ 2 millones y con utilidades inferiores a US$ 101 mil al año quedarían exentas del impuesto de primera categoría.
Si bien la Concertación ha levantado un conjunto de críticas al ajuste tributario, debe quedar claro el fuerte carácter redistributivo de las medidas tributarias propuestas por Piñera ya que se aumenta la carga tributaria en sectores con mayores ingresos con el objeto de ayudar a los sectores menos favorecidos y perjudicados por el terremoto.
Pensemos ahora en el caso peruano, si bien el terremoto suscitado en Pisco en 2007 no alcanza la magnitud del desastre chileno, resulta interesante plantear la siguiente interrogante ¿hubiera sido posible o siquiera pensable el conjunto de medidas fiscales planteadas por Piñera en nuestro país?
En el Perú, el tema fiscal ha sido uno de los espacios en donde ha tenido mayor persistencia la lógica del “recetario” de Washington adoptada a partir de la década de los noventa. Como muestra tenemos que en los últimos gobiernos, el tópico de la reforma tributaria prácticamente no se ha tocado y persiste una devoción de “ajustar” el fisco únicamente a través de la reducción del gasto. Este es el camino más fácil que se traduce en menor inversión pública, menos infraestructura, menos salud y educación con lo cual se termina perjudicando a la población más vulnerable del país.
Finalmente, si realmente queremos compararnos con Chile empecemos por las cuestiones fundamentales. En ese sentido, la aplicación de políticas económicas redistributivas en base a una reforma tributaria y descentralización fiscal (ambas hasta el día de hoy pendientes) son temas neurálgicos e imprescindibles en el debate público. Ambos temas serán materia de nuestro próximo encarte.
Es momento de dejar de aplicar el “recetario” fiscal del Consenso de Washington y repensar alternativas fiscales acorde a nuestra realidad y nuestras necesidades. Y así hacernos dueños de nuestro propio destino. En ese sentido, desde Otra Mirada apostamos por el establecimiento por un lado de un Ministerio de Economía y/o Planificación que se encargue entre otras obligaciones en aplicar políticas económicas con un carácter redistributivo sumamente necesario en nuestro país. Y por otro, uno de Hacienda que se ocupe del manejo de la caja fiscal. Propuesta que planteamos en nuestro tercer encarte y que creemos debiera ser tema de agenda en las alternativas con miras para 2011.
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