Hacia un nuevo orden económico post-globalización neoliberal
Humberto Campodónico
El orden económico internacional instaurado a fines de la II Guerra Mundial en Bretton Woods y prolongado por la globalizacion neoliberal desde los años 80 ha entrado en fuerte crisis debido a sus propias contradicciones internas, lo que ha sido acelerado por las políticas unilaterales de Donald Trump desde la presidencia de EEUU(1). Para analizar esta crisis que, a la vez, constituye una oportunidad para delinear caminos y salidas alternativas, hemos escogido dos textos recientes.

El primero es del economista Dani Rodrik (2), de la Universidad de Harvard, que propone salidas desde las responsabilidades, posibilidades y respuestas de los países con mayor poderío económico, como la Unión Europea, China y, también, del grupo de los BRICS. El segundo es de los editores del libro del 2020, “El No Alineamiento Activo de América Latina”, Jorge Heine, Carlos Fortín y Carlos Ominami (3). En junio de este año, los mismos autores publicaron un nuevo libro con el título “El mundo no alineado”, donde se analiza la situación del “Sur Global” frente a la actual crisis del orden neoliberal y se esbozan alternativas y respuestas que puedan provenir estos países en medio de la pugna por la hegemonía entre EEUU y China.
Las respuestas de los autores señalados son diferentes, aunque complementarias. Debemos señalar que la síntesis que viene a continuación es de nuestra entera responsabilidad.
Los planteamientos
Ambos textos coinciden en que el mundo no puede simplemente “esperar y ver” si EEUU retoma su antiguo papel de garante de un orden multilateral neoliberal. La pregunta ya no es si existen alternativas, sino cuáles de ellas serán viables en un mundo cada vez más fragmentado. ¿Debemos resignarnos al hecho de que “debe” existir un país hegemónico, o sea un orden global unipolar? ¿O podemos avanzar hacia un nuevo orden global en un mundo multipolar?
Dani Rodrik parte de una constatación incómoda: frente al asalto frontal de Trump al sistema comercial internacional, el resto del mundo ha respondido con tibieza. La Unión Europea, pese a su tamaño económico y a su legitimidad como comunidad democrática, se sometió a las demandas de Washington, aceptando aranceles exorbitantes y compromisos desventajosos en materia energética. A juicio de Rodrik, China reaccionó con mayor firmeza imponiendo represalias comerciales (aranceles) y restringiendo minerales críticos, pero tampoco ha presentado un modelo convincente de orden económico alternativo y mantiene sus propios desequilibrios (superávits externos excesivos y un ahorro interno desproporcionado).
El resto de las potencias intermedias tampoco mostró liderazgo, con algunas excepciones como Brasil. La mayoría optó por arreglos individuales con Trump, con la esperanza de protegerse de sus castigos. Dice Rodrik: lo que Trump deja en evidencia no es solo el unilateralismo de EEUU, sino también la incapacidad del resto del mundo para articular una visión común de futuro.
Para Rodrik, este es el punto clave: si Trump logra “imponer” su enfoque arbitrario y proteccionista, no será únicamente por el poder relativo de EEUU, sino porque Europa, China y las potencias intermedias no supieron proponer principios alternativos. Aferrarse a un multilateralismo nostálgico es insuficiente; la tarea es diseñar nuevos mecanismos que superen tanto los excesos de la hiperglobalización neoliberal como el caos de las políticas de “empobrecer al vecino”.
Rodrik admite que hoy es irrealizable un nuevo Bretton Woods global. Pero sí es posible que coaliciones regionales o “potencias intermedias” adopten reglas más equilibradas en sus propias políticas, priorizando la estabilidad, la equidad y la sostenibilidad. En otras palabras, se necesitan nuevas ideas, traducidas en prácticas nacionales y regionales que luego puedan irradiar hacia un orden más amplio, no dominado por las políticas de Trump.
Su planteamiento tiene un tono de urgencia: la resistencia al “imperialismo trumpiano” (lo dice en su texto de manera explícita) no puede ser retórica ni pasiva, sino creativa y activa. La alternativa, advierte, es un mundo en el que un país que apenas representa el 15% de la economía global dicte unilateralmente las reglas al resto.
Jorge Heine expone las propuestas de su libro, con Fortín y Ominami. Parte de un diagnóstico geopolítico: el “Occidente” como bloque coherente ya no existe. La administración Trump, al votar en la ONU junto a Rusia y Corea del Norte contra Europa, al cortejar abiertamente a partidos de extrema derecha europeos y al retirar a EEUU de compromisos internacionales, ha dinamitado el concepto de un Occidente unido. El antagonismo entre Washington y Bruselas ya no es solo económico, sino también de valores y visiones de mundo.
En paralelo, se consolida el ascenso del Sur Global, con China, India y los BRICS+ a la cabeza, así como nuevas instituciones financieras y comerciales que están reconfigurando el panorama internacional. En este contexto, sostiene que los países en desarrollo enfrentan un dilema: subordinarse a una gran potencia o adoptar una estrategia de autonomía, el No Alineamiento Activo (NAA).
El NAA es heredero del viejo Movimiento de Países No Alineados de los años 60, pero adaptado al siglo XXI. A diferencia de la “neutralidad” pasiva o de la “equidistancia” mecánica, se trata de una política dinámica y pragmática. Implica “tantear el terreno”: elegir en qué temas conviene acercarse a EEUU y en cuáles a China, priorizando siempre los objetivos internos de desarrollo y bienestar.
Heine enfatiza que, a diferencia de la Guerra Fría, China sí ofrece al Sur Global beneficios tangibles: comercio, inversión y financiamiento de infraestructura. En contraste, EEUU bajo Trump ha optado por el aislacionismo, el proteccionismo y el recorte de la ayuda internacional. Esto crea un escenario en el que el Sur Global tiene margen de maniobra, pero solo si cuenta con diplomacias capaces de practicar la estrategia de hedging: enviar señales ambiguas, balancear posiciones y evitar compromisos permanentes.
La propuesta, entonces, es que los países medianos y pequeños acepten que el mundo es multipolar y volátil, y que su mejor defensa no es sobrecomprometerse con una potencia, sino maximizar oportunidades mediante la cooperación y la competencia entre ellas. Dicho de otra manera, la trampa de Tucídides (que incluye una posible guerra como producto de la lucha hegemónica) puede, y debe, ser evitada.
Las coincidencias y conclusiones
Ni el libre mercado irrestricto ni el viejo multilateralismo son opciones viables. Ambos coinciden en un punto fundamental: la globalización neoliberal ya no puede ser el marco de referencia. La cuestión no es si habrá un nuevo orden, sino cuál y con qué principios.
La alternativa al orden neoliberal no es única ni está escrita de antemano. Rodrik invita a las grandes economías y a las potencias intermedias a pensar nuevas instituciones y principios de gobernanza económica. Heine exhorta al Sur Global a practicar un NAA que preserve su autonomía en medio de la rivalidad entre EEUU y China.
Ambos reconocen que esto no es fácil ni inmediato. No habrá un nuevo Bretton Woods en el corto plazo, ni el NAA garantiza inmunidad frente a presiones. Pero coinciden en que la pasividad es la peor opción: dejar que Trump -o cualquier potencia hegemónica- dicte unilateralmente las reglas significaría perpetuar un orden desigual y frágil.
En conjunto, ambos señalan que el gran debate de hoy es ineludible: qué nuevo orden internacional queremos y cómo comenzamos a construirlo. No es tarea de un solo país ni de un solo bloque; es un esfuerzo colectivo, multipolar, gradual y lleno de tensiones. Pero es esencial iniciar la discusión, porque el vacío dejado por Bretton Woods y por el neoliberalismo no debe -y no puede- ser llenado únicamente por la improvisación unilateral de Trump ni por choques violentos entre potencias rivales.
------------------------------------
(1) Ver el articulo en el libro Entre repartijas y prebendas. Serie Perú Hoy Nº 45 / Julio 2025: https://www.desco.org.pe/entre-repartijas-y-prebendas-serie-peru-hoy-n%C...
(2) ¿Dónde está la resistencia global a Trump?, Project Syndicate, 8 de agosto 2025,
https://www.project-syndicate.org/commentary/trump-tariffs-where-is-the-...
El “trilema de Rodrik” puede encontrarse en: La Paradoja de la Globalizacion: Democracia y el futuro de la economía mundial, Editorial Antoni Bosch, 2012
(3) “El No Alineamiento Activo y América Latina: una doctrina para el nuevo siglo”, Ediciones Catalonia, Santiago, 2020. El libro contiene artículos de 19 autores de América Latina, entre ellos del excanciller del Perú, Rafael Roncagliolo, que falleció en el 2020. En Junio del 2025 se publicó “The Non-Aligned World, Striking out in an era of Global Competition”, 2025, Polity Books. Este libro aún no ha llegado a nuestras manos, por lo que hemos reseñado la amplia entrevista a Jorge Heine realizada el 7 de julio por “The Conversation”, https://theconversation.com/nations-are-increasingly-playing-the-field-w...
