Alejandro Narváez Liceras*
La reconstrucción del país necesita presupuestos de guerra expansivos y plurianuales, que prioricen inversiones de gran magnitud en infraestructura física y equipamiento en educación, ciencia e investigación, salud, transportes y alfabetización digital. Todo ello sería parte de la construcción de un país post –coronavirus que sólo el Estado puede poner en marcha.