Cuentos de evaporación
Un buen día se acabó el gas. No todo el gas sino el gas para el Perú; el gas barato para el Perú. Cuando Pluspetrol negó 12 pedidos de abastecimiento a empresas peruanas se hizo realidad aquello que se venía anticipando. Respuestas técnicas desvían la atención del problema de fondo; nos ha dicho que lo que falta es capacidad de transporte, que los bajos precios fijados por el Estado para el mercado interno obligan a un manejo barato e ineficiente del gas y en un futuro no muy lejano nos dirán: lo que falta es capacidad de planta1.
Lo que sucede es una fábula irracional y harto conocida: Reservas de gas exploradas por la Shell, cayeron gratuitamente en manos del Estado. Haciendo uso de su soberanía, el Estado llevó a cabo una acción excepcional: al venderlo aseguró, por cuarenta años como máximo, que el gas existente fuera dispuesto a abaste cer nuestro mercado interno a precios bajos.
El Estado cambió de manos, manos involucradas con los compradores, como bien indicó el colegio de inge nieros el pasado 13. Habilidosas, las nuevas manos redactaron nuevas leyes y las nuevas leyes nos desasegu raron. Quedamos con veinte años y con 53% de nuestras reservas. ¿El resto? A México y quizás a otros. Con secuencia: hoy se ha hecho evidente que las reservas de gas -naturalmente, las probadas- de los lotes que pasaron por nuestras manos no alcanzan para abastecer, a la vez, a México y al mercado interno por 20 años (en este caso, según el orden de redacción, los últimos son los últimos2).
¿Qué esto se subsana con nuevos yacimientos? No, el gas en boca de pozo es propiedad del que lo descubre -Cortesía neoliberal de la década de 1990-. Todo nuevo yacimiento se venderá a quien decida el propietario al precio que logre concertar; de querer comprar este gas pagaríamos precio internacional.
Y ahora…, con un estado que ha blindado los contratos (recordemos, ya antes renegociados por iniciativa de la empresa), temeroso de alejar las inversiones con renegociaciones y con ninguna intención a futuro de cambiar las leyes que conciernen nuestra soberanía sobre nuestros recursos ¿Quién podrá ayudarnos?
1 Actualmente la capacidad de extracción es de 1200 mpc/d y la capacidad de transporte en progreso se encontrará al límite de esta capacidad (700 destinados al proyecto de exportación y 450 a consumo interno).
2 Saludamos la iniciativa de la dirección general de hidrocarburos de establecer un plan de prioridades pero consideramos, que dada la actual legislación, no tendrá mayor incidencia.
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