Mujer no es lo mismo que familia ¡No a la fusión!

Por: 

Aída García Naranjo Morales*

No se debe de fusionar el MIMP con el MIDIS

Antecedentes

EI PROMUDEH, Ministerio de Promoción de la Mujer y Desarrollo Humano se crea en 1996 luego de la cuarta conferencia mundial sobre las mujeres, en Beijing (1995). Los Estados asistentes se comprometieron a crear un organismo del más alto nivel para asegurar el adelanto de las mujeres, de allí que en el sistema de NNUU se les conozca como Mecanismos para el Adelanto de las Mujeres (MAM). El 11 de Julio del 2002 fue denominado Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, MIMDES, y desde el 20 de enero del 2012, Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, MIMPV. Actualmente el MIMPv como ente responsable de la política de promoción de la mujer, el desarrollo humano y la igualdad de género. EI MIMPv tiene actualmente una producción normativa rectora transversal a todos los niveles de gobierno, nacional y subnacionales, y tiene una mirada integral y transformadora en esa dirección.

Las ópticas anteriores ignoraban o subvaluaban en sus perspectivas y enfoque las relaciones de poder entre los géneros, incorporando posteriormente el concepto, el principio y el derecho a la igualdad, como objetivo estratégico del desarrollo, centrado en la persona como ciudadana/o sujeta/o de derechos. En la actualidad la Política Nacional de Igualdad de Género (DS 008/2019 MIMP-PNIG () reconoce que en nuestro país existe una discriminación estructural y por ello plantea como horizonte no solo el 2030, sino toma como marco el análisis prospectivo del Perú al 2050 del CEPLAN (2020).

El enfoque de igualdad de género formulado en el PLANIG, y posteriormente en el PINIG se dirige a las mujeres y varones como ciudadanas y ciudadanos, resulta sin embargo que enfoques precedentes, entre ellos, el de vulnerabilidad es contrario y/o diferente en su naturaleza al enfoque de igualdad y ciudadanía, principio normativo superior al de las poblaciones vulnerables", vinculado más bien a una mirada de peruanas/os como: carenciados, necesitados, disminuidos, desposeídos, beneficiarios, pobres, pobres extremos a clientela política.

Enfoques como el de vulnerabilidad no colocan a todas las personas de la misma forma y trato ante el Estado y el Gobierno, por lo que no les garantiza, como personas y no como colectivos, la igualdad como principio y como derecho y, por lo tanto, no los reconoce de manera individual como ciudadanas/os sujetas/os políticos de derecho. Es un enfoque limitado a la igualdad de oportunidades, por lo que la política nacional de género, al superarlo, es un avance significativo en el Perú.

Estos instrumentos se han ido expresando en una institucionalidad y en enfoques que recogen la dimensión de la igualdad de género. Sin embargo, subsisten como problema relevante enormes dificultades para cambiar las prioridades en la asignación de recursos económicos a través del mecanismo presupuestal. A ello se suma el insuficiente desarrollo de las capacidades institucionales y humanas necesarias para hacer efectiva la igualdad. El reducido volumen, la lentitud y la baja intensidad de sus procesos normativos evidencian esas limitaciones.

El Comité para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra a Mujer CEDAW, reconoció como un logro importante del Estado peruano, la creación del PROMUDEH, como un mecanismo para el adelanto de la mujer y del logro de la igualdad de género (1).

El actual problema publico

Por todo lo anteriormente puesto, sorprende y llama la atención que el Ejecutivo y el Congreso de la Republica pongan en riesgo una institucionalidad y política que se viene afirmando positivamente desde hace 28 años y con ello deteriore la institucionalidad y el estado de derecho de nuestro país sumándose a una ola conservadora, fundamentalista y antiderechos, en un clima de arbitrariedad regresiva en relación a la política publica en favor de la mujer, las niñas y las adolescentes.

Resulta inaceptable el intento de una insólita acción de signos contrapuestos en relación a los derechos de las mujeres cuando de manera ligera, sin planificación y de manera sorpresiva se anuncia la fusión “de un par de ministerios” que afectaran de manera grave las últimas décadas de avances y luchas por la igualdad de genero que coludidos entre sectores retardatarios intentan destruir.

Según lo detallado por el documento al que Infobae Perú tuvo acceso, se precisa que no solo se fusionaría un par de ministerios, sino que serían dos pares de ellos. Es decir, cuatro ministerios se convertirían en apenas dos. En el párrafo que reseña esta reestructuración, Boluarte detalla ante el recientemente elegido presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, que estos cambios serán realizados “en los próximos 30 días”.

Ello se suma que en el periodo 2023-2024 la política publica viene atentando a través de diferentes iniciativas legales contra los derechos de las mujeres, las adolescentes y las niñas del país. Has sido sistemático el rol de los congresistas, Aguayo, Morante, Gonza y Cerron, entre otros, de incrementar y aprobar leyes que permiten a grupos conservadores vetar la educación sexual en los colegios (ESI, educación sexual integral), proyecto de ley pretendiendo anular el aborto terapéutico (con 100 años de vigencia), ley de tenencia compartida que beneficia a padres agresores y perjudica a madres, hijos e hijas. Sin embargo, frente al sistemático atentado contra el Ministerio de la Mujer para modificar su denominación, enfrentamos ahora la fusión del MIMP (Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables) con el MIDIS (Ministerio de Inclusión y Desarrollo Social) de naturaleza diferente en lo que evidenciamos no sería una fusión si no la absorción del MIMP dentro del MIDIS, todo ello en favor de la propuesta de creación del Ministerio de la Infraestructura. Ya resulta un retroceso mayor tener solo dos ministras en el nuevo gabinete. Con 57 cambios de ministros, nada cambia.

El Ministerio de la Familia

Podría implicar un cambio de enfoque y priorización de temas en desmedro de la atención de la desigualdad en la viven las mujeres peruanas. 

La familia como colectivo no es un sujeto de derechos, lo son si, sus integrantes cada uno de ellos.

El enfoque familista no toma en cuenta el derecho de las personas, cada uno como individuos que conforman las familias, asimismo, invisibiliza o no reconoce la existencia de desigualdades de género al interior de ellas, cada una como ciudadana o ciudadano como sujeto de derechos, y podría afectar gravemente la autonomía, ignora así mismo la jerarquía de genero dentro de la familia, que en muchos casos busca mantener la subordinación familiar. 

Las brechas de género que aún persisten en los diferentes campos y la violencia que tiene a las mujeres, a las niñas, y a las adolescentes entre sus principales víctimas, son indicadores y sujetos que requieren ser atendidos prioritariamente por el Estado peruano. El enfoque centrado en el ámbito y grupo familiar, es en realidad una respuesta parcial del Estado, ya que coloca la vulnerabilidad de las mujeres solo en el contexto familiar sin identificar ni relacionar las múltiples manifestaciones de violencia y opresión contra ellas, en lo privado, en la propia familia y en lo público, como parte de un mismo fenómeno. 

Por ejemplo, en el caso de la violencia contra la mujer, el conceptualizarla solo como violencia de genero hacia las mujeres en el contexto familiar, deja de lado que la violencia de género hacia las mujeres se expresa a través de cualquier acción u omisión intencional que la dañe o pueda dañarla porque se desvía de los estereotipos socialmente construidos y que aparece como consecuencia de la jerarquización y desigualdad entre lo masculino y lo femenino (2). Es decir, que se trata de una violencia ideológica, arraigada profundamente en la cultura y sexualizada o que se ejerce contra la victima principalmente por ser mujer, con el fin y el resultado de perpetuar su inferiorización y limitar su derecho a decidir sobre su propio cuerpo, sus planes de vida y sus bienes, de esta manera también se viola el derecho a su libertad y autonomía.

No se debe de fusionar el MIMP con el MIDIS, porque entonces se perdería la agenda mujer. Lo que no se nombra no existe al invisibilizarse la violencia contra la mujer en un país tan misógino y patriarcal. Resulta verdaderamente lamentable que la primera mujer en llegar a palacio sea la que afecte y cierre el Ministerio de la Mujer, pese a que sistemáticamente se victimiza en razón a su género.

Para Judith Butler en su texto ¿Quién le teme al género?, estamos ante las batallas ideológicas de la extrema derecha que ha hecho rimar genero con amenazas. Butler construye su tesis más fuerte que es, también, el propósito político del libro: demostrar que el movimiento antigenero es de naturaleza autoritaria y fascista. Y si es el nuevo fascismo, concluye la autora, no se puede retacear su caracterización ni menospreciar su impacto.

El rechazo de la población frente a esta propuesta no se ha hecho esperar.

¡El MIMP se queda! ¡El MIDIS se queda!
¿A dónde irán las niñas y adolescentes abusadas por sus familiares?
¿A dónde irán las infancias en situación de calle?
¿A dónde irán las niñas de Condorcanqui?
¿A dónde irán las niñeces y adolescencias reclutadas por el crimen organizado?

¡El MIMP se queda!
¡El MIDIS se queda!

¿A dónde irán los adultos mayores en situación de desprotección?
¿A dónde irán los adolescentes, niños y niñas que viven en situación de abandono en el INABIF?
¿A dónde irán las personas con discapacidad?
¿A dónde irán los abuelitos y las abuelitas de la pensión 65?

¡El MIMP se queda!
¡El MIDIS se queda!

¿A dónde irán los niños y niñas campesinos vulnerados?
¿A dónde irán las disidencias sexuales?
¿A dónde irán las mujeres víctimas de feminicidio?
¿A dónde irán mis compañeras y las historias silenciadas?
¿A dónde irán las víctimas de violencia de género?

(Fuente: Wayka)

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(*) Ex ministra de la Mujer y Desarrollo Social, ex Embajadora del Perú en Uruguay y ex representante del Perú ante Aladi y Mercosur, Integrante del MUDE, de Feministas por la Democracia y de Tejedoras, Miembro de la Comisión Política del Partido Socialista, integrante de Nuevo Perú 

(1) Observaciones finales del Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer, ante los informes periódicos tercer y cuarto, presentados por el Estado peruano. CEDAW/PER/3-4
(2) Por violencia de género se entiende, cualquier acción u omisión intencional que dañe o pueda dañar a una persona porque se desvía de los estereotipos socialmente construidos. Como la violencia de género contra el hombre no es numéricamente significativa, habitualmente la expresión "violencia de género" se refiere sólo a la violencia contra la mujer. Tomado de: http://www.malostratos.org/images/pdf/valencia%20costes%20violencia%20