Belém do Pará: balance de un embauque más un año después

Por: 

Eco. Hugo Cabieses Cubas

A casi un año de la realización de la “Cumbre Presidencial Amazónica de Belém do Pará, considero que se indispensable hacer un balance de lo que se acordó y qué de todo ello se ha cumplido hasta ahora. Aquí presento algunas líneas incompletas para este balance necesario.

No participé en Belém do Pará, pero si he estado siguiendo y analizando la problemática andino-amazónica, especialmente de los impactos sobre los pueblos indígenas, los PIACI, los “bosquesinos”, campesinos no indígenas y pueblos urbanos – 60% de la población de esta región vive en ciudades - en general de los delitos ambientales y los derechos territoriales, que fue discutida antes, durante y después de la Cumbre realizada. 

¿Qué es el Bioma Andino Amazónico?

Los destinatarios de este  balance que proponemos y el libro que publicaremos a finales de julio del presente años, son principalmente los líderes de los sectores sociales mencionados pero también los gobernadores, los alcaldes, los impulsores de políticas públicas, los funcionarios, policías y Fuerzas Armadas, las instancias internacionales, académicos e investigadores, colegios profesionales, empresarios, emprendedores y estudiantes universitarios, de la región andino-amazónica de los ocho  países del Bioma Andino-Amazónico: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana, Guayana Francesa, Perú y Venezuela.

El Bioma Andino-Amazónico, es el área cubierta principalmente de bosque tropical húmedo denso, con porciones pequeñas de tipos distintos de vegetación como sabanas, bosques de llanura inundable, praderas, pantanos, bambúes y bosques de palmeras. Este Bioma abarca el territorio de ocho países: Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, y un territorio de ultramar, la Guayana Francesa. No siempre la “cuenca” y el “bioma” coinciden en sus límites. En algunas partes los ríos de la cuenca amazónica incluyen biomas adyacentes, como bosque seco, cerrado y puna

Contexto actual

A la entrada la segunda década del siglo XXI, la el Bioma mencionado atraviesa un escenario de alta complejidad ecológica y socio económica, que no solo mezcla sus capacidades naturales como reserva de agua dulce, recursos naturales y oxígeno, sino también la importancia estratégica que adquiere en un escenario de disputa hegemónica y, con la lamentable ausencia de sus actores principales (indígenas, mujeres y pueblos) con sus agendas propias, en la definición de su futuro.

Todo ello, acicateado por la visible agresión que surge de diversas modalidades de delitos ambientales, jalonados por los precios y la demanda internacional de recursos naturales, que se concentran en el incesante incremento de la deforestación y contaminación de sus ecosistemas. Pero no son 2 o 3 delitos que aquejan a este Bioma sino por lo menos los siguientes, haciendo sinergias entre ellos, constituyendo economías, culturas y sociedades que hacen sinergias entre ellas:

La Cumbre Andino-Amazónica

En este contexto, se realizó en agosto del 2023 la Cumbre de presidentes de los 9 países de la Cuenca Andino Amazónica, con una pre Cumbre “técnica-científica” entre Brasil y Colombia el 7 y 8 de julio de ese mismo año. Estas reuniones se realizaron en el marco de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA)[1].

La sociedad civil amazónica de cada uno de los países, intervino a través de las reuniones que organizaron tanto el Foro Social Pan amazónico (FOSPA), como la Red Eclesial Pan Amazónica REPAM y la Asamblea Mundial por la Amazonia AMA en diversas localidades de Brasil, Bolivia, Colombia y Perú, impulsando la participación en estas reuniones y promoviendo el debate alrededor de los temas que se desarrollaron en un Documento de Base.

Como era de esperarse, en la ruta hacia Belém do Pará, las autoridades de los nueve países integrantes del Bioma miembros de la OTCA, presionados por la cooperación internacional - principalmente de los Estados Unidos, pero también de la UE - y los empresarios “verdes” que quieren seguir haciendo lo mismo, con rostro ambiental pero protegiendo sus sobreutilidades -, no han seguido las sugerencia formuladas por la Red Eclesial Pan-Amazónica REPAM, Foro Social Pan Amazónico FOSPA y la Asamblea Mundial para la Amazonia AMA en la carta enviada a los Presidente el 15 de febrero del 2023 con cinco puntos17 y luego la “Propuestas para la Cumbre de Presidentes de la Amazonía” de junio del 2023[2]. Estas instituciones, luego de sesudos e informados diagnósticos, salidos de la larga experiencia que tienen de vivir en el Bioma con las gentes, plantean que: “No podemos fallar. La Amazonia y sus habitantes somos una pieza fundamental para garantizar el futuro planetario. Existe una deuda con los pueblos originarios, una responsabilidad con nosotros mismos, con el planeta y con las generaciones futuras. No podemos fallar. El tiempo es ahora y es con nuestra participación. Con la seguridad de contar con una respuesta oportuna, nos despedimos atentamente”.

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