En setiembre del 2008, el Presidente de Brasil anunció el descubrimiento de inmensas cantidades de reservas de petróleo ligero en el Pre Sal, un área de de 800 km de extensión mar adentro,paralela a los estados de Río de Janeiro, Sao Paulo y Espíritu Santo.

 Se estima que -bajo 5,000 metros de agua y otros 2,000 metros de una espesa capa de sal- hay entre 30 y 80 mil millones de barriles de petróleo, siendo el estimado oficial del gobierno brasilero de 56 mil millones.

Fuente: Petrobras www.petrobras.com.br

Para la explotación de estos yacimientos, la estrategia del Gobierno de Brasil es modificar sustancialmente la aún vigente Ley del Petróleo (ley 9478) mediante cuatro propuestas de ley presentadas al Congreso el 22 de agosto pasado (PL-5938/2009, - PL-5939/2009, - PL-5940/2009, - PL-5941/2009), las cuales, están disponibles en la página web del Congreso Nacional de Brasil http://www2.camara.gov.br/internet/proposicoes).

Los proyectos de ley presentados proponen cambiar el actual sistema de concesiones, donde las empresas solo pagaban al Estado regalías de 10% del valor de la producción, a un sistema de participación compartida, donde el Estado se quedaría con la propiedad del petróleo y se crearían empresas mixtas entre la estatal brasilera Petrobras (que siempre debe tener por lo menos 30% de participación y que se encargará de la gestión de los pozos) y empresas privadas, dividiéndose las ganancias.

Además, se crearía un fondo con un porcentaje de la renta generada por la explotación del Pre Sal para ser utilizado, exclusivamente, en gasto social para los más pobres y en educación y tecnología. Asimismo, se creará un nuevo ente estatal (PetroSal) para manejar las licitaciones, supervisar la implementación de los proyectos y recibir los recursos que estos generen.

Así es como se deben hacer las cosas cuando se trata de proteger los recursos energéticos de un país, con debate y transparencia. Y es que acá, recordemos, recién nos vamos enterando cómo el Poder Ejecutivo y el Congreso - coludidos con los intereses privados del consorcio exportador de Camisea- cambiaron las normas que protegían el abastecimiento del mercado interno con el gas más barato, para beneficiar al Consorcio Perú LOG, que podía hacer más dinero exportando ese gas al extranjero.

Pero, eso sí, esperamos del Gobierno de Brasil la misma transparencia en las acciones de sus empresas en el Perú. Por ejemplo, las empresas OAS Brasil y Electrobras han obtenido la concesión del proyecto de la hidroeléctrica de Inambari en Madre de Dios, donde la producción de energía se destinaría para Brasil, mientras, en el Perú, podría inundar los pueblos aledaños de Lechemayo y Puerto Manoa y tener graves efectos sobre el sistema hídrico del Parque Nacional Bahuaja Sonene. ¿Por qué no se lleva esto también al debate público? ¿Por qué no se debate esto en el Congreso y ante la opinión pública? ¿Por qué no se consulta a las autoridades regionales y locales de esos territorios? ¿Por qué no se pregunta a la gente?

El debate abierto sobre el Pre Sal en Brasil es un buen ejemplo. Hagamos algo parecido respecto de los 6 proyectos hidroeléctricos que empresas brasileras quieren desarrollar en el Perú.

¹ Con la colaboración de Claudia Viale (Desco)