Michal Rajchl (*)
A 6 años de las intensas lluvias asociadas al fenómeno del Niño Costero (2017), aquel que provocó el colapso de más de 38,382 viviendas, dejó 288,784 damnificados en todo el país y ocasionó pérdidas materiales por millones de soles, un nuevo fenómeno de similares magnitudes vuelve a azotar al Perú. Las lluvias intensas, sin embargo, no son en sí mismas la principal causa del nivel de destructividad de la infraestructura.