El Niño que se nos viene

La Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) ha declarado en Estado de Emergencia a 1,264 distritos y provincias, ubicados en las regiones de Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad, Cajamarca, Amazonas, San Martín, entre otras, hasta fines de noviembre. Con esto se espera que las autoridades locales inicien las labores de prevención ante el peligro inminente que representa el fenómeno de El Niño.
 
El Senamhi ha previsto que este se extenderá hasta el 2016. Asimismo, señala que de alcanzar una magnitud extraordinaria en el verano, las lluvias serían 17 veces más fuertes de lo normal en la costa norte. En ese sentido, Tumbes y Piura serían las regiones más afectadas. Se trataría de un Niño muy similar al que se vivió en el año 1997. En ese año las pérdidas ascendieron a 1800 millones de dólares, se registraron 366 fallecidos y más de medio millón de damnificados.


 
Actualmente, un Niño de magnitud similar podría traerse abajo la economía nacional. El Producto Bruto Interno (PBI) disminuiría en 5 puntos porcentuales. Esto podría significar un crecimiento económico de -3%. Las actividades económicas más afectadas serían la agricultura, la ganadería y la pesca. Pero también se producirían daños en la infraestructura. El desborde de los ríos deterioraría las vías de comunicación, dificultando el tránsito y aislando a los pueblos, lo que genera el desabastecimiento de los alimentos y medicinas. Por este motivo, es necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto, poniendo en marcha planes de prevención en las zonas más vulnerables.
    
Planes de contingencia

El comité encargado del Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño (Enfen) ha manifestado que recién se conocerá de las reales magnitudes de este fenómeno a fines de agosto. Hasta esa fecha no se puede afirmar a ciencia cierta si será mayor o menor el impacto. No obstante, es preciso que los diferentes ministerios trabajen de manera conjunta con Defensa Civil y los gobiernos regionales y municipales para llevar a cabo las medidas preventivas del caso.
 
La Defensoría del Pueblo ya se pronunció exhortando a los alcaldes a tomar acciones frente a la llegada de El Niño. Les recordó que legalmente están obligados a cumplir con ello. Deben realizar Planes de Contingencia y de Gestión de Riesgos y Desastres que impliquen la limpieza de los cauces, la construcción de defensas ribereñas, el abastecimiento de agua y alimentos no perecibles, así como la prevención y tratamiento de posibles enfermedades como el dengue, por ejemplo.
 
Solo en la región Tumbes se requiere de un presupuesto de 67 millones de soles para enfrentar los efectos de El Niño. Dicha región podría quedar aislada del resto del país ante el mal estado de siete puentes entre Aguas Verdes y Quebrada Fernández, en el límite con Piura, si no se realizan las obras correspondientes a tiempo. Así lo constató Defensa Civil durante la última inspección a las zonas críticas de la región.
 
Por su parte, en la región Lambayeque, el alcalde de la Municipalidad Provincial de Chiclayo, David Cornejo Chinguel, ha solicitado la asignación de 137 millones de soles para ejecutar obras de prevención. Esta suma sería destinada a la pavimentación de las vías de acceso a 47 pueblos jóvenes de esta ciudad norteña, a la limpieza de drenes y canales, así como al mantenimiento de la planta de tratamiento de agua potable, aguas residuales y los 32 pozos subterráneos. Cornejo señaló que en coordinación con el gobierno regional se ha formulado el pedido al Ejecutivo y que espera que se le asigne oportunamente los recursos para ejecutar los trabajos lo antes posible y reducir los efectos del fenómeno natural.

Sin embargo, a la fecha, la mayoría de municipalidades costeras no ha cumplido con presentar sus respectivos planes de contingencia ante la Defensoría del Pueblo. Apenas tres municipalidades provinciales de la región La Libertad han entregado dicho documento: Chepén, Pacasmayo y Trujillo. Adicionalmente, habría que señalar que la prevención de desastres implica también controlar el crecimiento urbano, algo que normalmente no está siendo contemplado en los planes de contingencia. Es labor de las autoridades municipalidades impedir que se formen nuevas invasiones en zonas de riesgo, como las laderas de los ríos.
 
El próximo lunes 31 de agosto se realizará el primer simulacro para enfrentar la presencia de un Fenómeno de El Niño. Está previsto que se desarrolle en las regiones de Tumbes, Piura y Lambayeque, con lo cual se medirán las capacidades reales para atender posibles emergencias. Esperemos que hasta esa fecha ya se haya cumplido con la presentación de los planes de prevención. De no ser así, corremos el riesgo de que El Niño nos tome nuevamente desprotegidos, sin haber aprendido la lección.

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