El fuego cruzado de estos días respecto al Gas de Camisea tiene tres aristas distintas que se mezclan como si fuesen la misma cosa. Veamos una a una.

Primero, la drástica subida del precio del Gas Natural Vehicular (GNV), que lleva a la quiebra a miles de taxistas. En  los últimos 16 meses, según Osinergmin, ha subido el precio en 80 %, pasando de Setiembre 2011 S/.a  0.88 por m3 a enero 2013 a S/. 1.58 por m3. Esta subida de precios está afectando dramáticamente a los que compraron carros al crédito, en base a la tarifa anterior.  El precio ha subido porque en Octubre 2012 terminó el acuerdo de tarifa promocional, adoptado entre el Estado y Pluspetrol, para una tarifa aproximada de S/. 0.05 por m3 en boca de pozo. Ha  subido a S/. 0.30 m3. En los grifos de GNV pasó de S/ 0.88 a S/. 1.58 por m3.  El incremento en boca de pozo es el asunto que ha gatillado el incremento.  Los usuarios pagan el mismo y los griferos reducen muy poco su alto margen de ganancias. Ante esto, el Gobierno no ha hecho nada.  

Segundo, el racionamiento eléctrico por no abastecerse la demanda de las centrales térmicas para producirlos. La empresa TGP debía haber ampliado el gasoducto central para abastecer a las centrales térmicas en Chilca ante el desabastecimiento por el incremento de la demanda. La concentración de la generación eléctrica está en Lima, lo que afecta con mayor desabastecimiento al sur del país ante las limitaciones en las líneas de transmisión. Desde hace más de 3 años, el consorcio Camisea (Techint-TGP) debía haber invertido US$ 600 milllones, lo que no ha realizado. Esta es la causa del desabastecimiento que sufre el país y de los apagones que han empezado en el sur y que pronto afectarán a Lima.  Ante esto, el gobierno sigue sin hacer nada, y se limita a anunciar que “en 60 días” empezarán a funcionar nuevas centrales de generación, sin descartar “cortes temporales” y “alzas”.

Tercero, el alza de tarifas de electricidad para financiar la construcción del Gasoducto Surandino. Este es un asunto con larga cola. Pese a que el MEM y Castilla anunciaron que en 15 días se convocaba la construcción del gasoducto en su Tramo I Malvinas-Anta, el “Comité Especial” de Proinversión (Castilla-Merino) anunció un nuevo estimado de inversión que subía a US$ 2,869 millones, superando en 60 % los iniciales US$ 1,800. Es bueno recordar que se trata sólo de una parte del Gasoducto Surandino pues falta la correspondiente al Tramo II, Anta-Ilo, que está en el limbo de las ofertas de Merino.

Para la construcción de este Tramo I (Malvinas –Anta), la ley aprobada establece que existirá la Garantía de Red Principal (como se hizo para el gasoducto central) la que garantiza su financiamiento. Es decir, que el Estado, con este aporte de todos los usuarios en las tarifas de electricidad, va a financiarlo. De esta manera, los inversionistas sólo realizarán operaciones de crédito pues su rentabilidad está asegurada.

Aquí saltan los lobbystas de siempre para pescar a río revuelto. En forma escandalosa, dicen que van a subir las tarifas de electricidad a las poblaciones e industrias en 10 %, y que las alzas actuales son por estas causas. Mentiras, sólo mentiras. El propio Vice Ministro del MEM ha declarado (Gestión 19.02.2013) que el incremento será de 2.3 % en la tarifa residencial, de 3.5% en la tarifa comercial y de 4.4 % en la industrial. Continúan siendo las tarifas más bajas en comparación con Colombia, Brasil, Chile y México y será un alza que ocurrirá recién dentro de 3 años, cuando esté construido el gasoducto surandino en su tramo I.

Pero el Gobierno y el todopoderoso Comité de Proinversión de “Seguridad Energética”, en manos del Ministro Castilla, siguen en silencio y dando curso a la especulación y las presiones. Ocurre que, por ley, la Garantía de Red Principal debe ser capitalizada como aporte de Petroperú, con su participación en el Gasoducto Surandino, y este aporte no puede desvincularse de la petroquímica complementaria que le da rentabilidad. Esto es lo que pretenden cambiar porque quieren desinflar la participación de Petroperú en el Gasoducto.

El Comité Castilla –Merino en Proinversión, al estilo de los antiguos comités de la época del fujimorismo (como el que condujo  Roberto Abusada para privatizar la aerolínea Aeroperú), son los que han concentrado todas las decisiones al respecto y dan curso a estas especulaciones y tergiversaciones.  Estos tres temas en fuego cruzado evidencian que algo grave, muy grave, se alista tras esta aparente indefinición.