Desde hace más de un año, los trabajadores vienen perdiendo parte de su poder adquisitivo. Como puede apreciarse en el primer gráfico, la remuneración mínima vita real ha venido cayendo continuamente debido a las altas tasas de inflación registradas el año pasado. Y el impacto es aun mayor porque esta inflación fue liderada por los precios de los alimentos, por lo que ha afectado la canasta básica de los estratos más pobres.
Caída de la remuneración mínima vital real

Fuente: INEI. Elaboración: Otra Mirada

Aumento de la productividad (Base=2001)

uente: MEF. Elaboración: Otra Mirada
Los argumentos que suelen exponer los “detractores” del aumento de los salarios es que este debe estar acompañado de aumentos en la productividad. La CGTP menciona en su Plan Anticrisis que según los reportes de las autoridades económicas la productividad de las empresas ha venido aumentando. Este hecho puede ser corroborado con el segundo gráfico, donde puede apreciarse que entre el 2001 y el 2007, la productividad aumentó exponencialmente. Asimismo, según el Marco Macroeconómico Multianual 2009-2001 Revisado, en el 2008 también se registran importantes aumentos de la productividad.
Pero, más allá de elevar el salario mínimo para permitir que los trabajadores recuperen el poder adquisitivo perdido, debemos seguir el ejemplo de diversos gobiernos, como el de Brasil. Allí, vienen aprobando aumentos del salario mínimo legal en una proporción tal que no solo permita recuperar el poder adquisitivo sino también aumentar la demanda interna y, así, hacer frente a la pérdida de demanda externa generada por la crisis internacional. A diferencia de esta política, en el Perú los estímulos a la demanda, creen los economistas del oficialismo, que deben salir todos de la inversión pública y del recorte de los derechos laborales, no del bolsillo de los empresarios para poner alguito más de plata en manos de los trabajadores.