“Protestan contra la reforma universitaria”, “marchan por mantener el statu quo” o “la izquierda le sigue el juego al fujimorismo” son algunas de las frases que han sido utilizadas por diversos medios para referirse a la jornada de lucha llevada a cabo el 4 de julio a nivel nacional y que sólo en Lima logró movilizar a 20 mil personas aproximadamente.Si bien cada quien puede leer subjetivamente la realidad, hay giros de 180 grados que no alcanzan ningún nivel de veracidad y sobre los cuales hay que decir aquello que algunos convenientemente disfrazan.
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Nicolás Lynch
La presentación el 21 de junio del Frente Amplio de Izquierda es una buena noticia, no sólo para la movilización popular en curso, sino también para la política y la democracia peruanas.
Mientras que el senado brasileño convierte a cualquier delito de corrupción en “crimen atroz” o en España, el juez encargado del caso Bárcenas ordena su ingreso en prisión incondicional y sin fianza también por casos de corrupción, en el Perú, el ex presidente Alan García solicita una acción de amparo para que se deje sin efecto todo lo actuado con respecto a su persona por la comisión que inve
Seguramente la jornada de lucha convocada para hoy por la CGTP tendrá como primer blanco la nueva ley de Servicio Civil que aprobó el martes el Congreso de la República. Lejos de buscar un acercamiento con los trabajadores, el gobierno de Humala y sus congresistas no han hecho más que tensar aún más la cuerda.
Durante décadas la plaza 2 de Mayo fue escenario de un sin fin de protestas, movilizaciones y paros. Fue el espacio que los gremios sindicales y las organizaciones populares eligieron para demostrar su malestar y exigir cambios que mejorasen sus pobres condiciones de vida. Fue siempre así hasta que dos años atrás, un 5 de junio, esa plaza vivió un ambiente distinto y novedoso. No eran multitudes las que esta vez protestaban, sino más bien era una plaza llena, de tope a tope, celebrando a un recién electo Presidente Humala.
Félix Jiménez (*)
La supuesta oposición entre la libertad y la igualdad es parte del discurso polarizador patrocinado por la oligarquía de nuestro país. La derecha liberal se considera el adalid de la libertad y utiliza el argumento de «igualdad ante la ley» como criterio de existencia de la libertad. En el plan LGT no hay oposición entre la libertad y la igualdad. No hay libertad si no hay condiciones materiales para que ella exista; por lo tanto, se hace énfasis en la generación de estas condiciones. El fortalecimiento de la democracia y la vigencia de la libertad, son sus objetivos.
Ella, como tú o como yo, se encuentra indignada. Indignada porque no puede decidir por ese cuerpo que le pertenece. Le dicen que es libre, pero limitan esa libertad haciendo de la palabra una broma. Le dicen que es igual a los hombres, pero todos los días ve casos de mujeres asesinadas y agredidas sólo por ser mujeres, y a muchos culpables impunes caminando por las calles donde, por cierto, le gritan improperios cotidianamente. Le dicen que tiene derechos como todos pero, si está embarazada, automáticamente pasa a un segundo plano pues es el feto el que tiene “derechos absolutos”, no ella.
De cara a la sentencia de La Haya, que puede convertirse en uno de los hitos y por qué no victoria de la política exterior del Perú, nos encontramos también urgidos a una definición respecto de lo que será el eje de nuestra política exterior: el proceso de integración regional.

La espera fue larga, tuvieron que pasar más de 3 años desde que se presentó a la Asamblea Nacional del Ecuador el primer proyecto de ley de comunicaciones.
En aquella oportunidad los diversos proyectos de ley presentados no lograron obtener el respaldo mayoritario de los parlamentarios ecuatorianos. Ha sido recién con la mayoría parlamentaria que el partido Alianza País del Presidente Rafael Correa obtuvo en las últimas elecciones, que esta ley ha podido ser aprobada.
Fèlix Jimènez
Uno de los notables errores que ha cometido cierta izquierda en nuestro país, es difundir la idea que desarrollar mercados es una tarea de «derecha». Por ejemplo, sobre nuestra propuesta de desarrollo de una «economía nacional de mercado» varios «izquierdistas» reaccionaron afirmando: «¡claro que es de derecha, así como su Gran Transformación!».
