Nicolás Lynch
Una constitución no es otra cosa que la expresión jurídica del poder, más específicamente, de la estructura de poder en una sociedad. Esta relación directa, entre sociedad, poder y constitución es la que invalida el argumento banal de que los cambios constitucionales no sirven para nada. Lo que sucede es que determinados cambios en la relación entre poder y constitución pueden afectar a los que gozan del orden existente
