Hace unos días, el R.P. Gustavo Gutiérrez Merino –fundador de la Teología de la Liberación y ferviente defensor de una opción preferencial por los pobres- recibió la Medalla de Honor R.P. Jorge Dintilhac por parte de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

En su ponencia el padre Gustavo Gutiérrez expresó lo siguiente: “Contraviniendo la ley de la gravedad, aquí la economía cuando chorrea, chorrea para arriba. Sé que no somos mucho de respetar las leyes, pero al menos la de Newton habría que respetarla”.
Al respecto, basta con revisar la composición del PBI por el lado del ingreso que en los últimos años muestra una marcada divergencia entre el peso del excedente de explotación (se incrementa) y el de las remuneraciones (se reduce) (ver gráfico 1).
 
Gráfico 1: PBI por el lado del ingreso (%PBI)

*Tomamos como ingresos de capital a lo que comúnmente se conoce como Excedente de Explotación que de acuerdo al INEI comprende las ganancias empresariales y el ingreso de los independientes por el trabajo por cuenta propia.
Fuente: INEI.
Elaboración: Otra Mirada. 
 
Estas palabras del padre Gutiérrez resultan sumamente relevantes si queremos tener una lectura de los resultados de la última encuesta a nivel urbano nacional realizada por Ipsos Apoyo Opinión y Mercado S.A. De acuerdo a este estudio, el 42% de la población encuestada desea que el próximo gobierno efectué cambios radicales al actual modelo económico, mientras que el 44% opta por cambios moderados.
La encuesta muestra una clara demanda urbana (86% del total encuestado) por un cambio del actual modelo económico -ya sea este cambio de carácter radical o moderado-. Mientras que solo 8% de los encuestados opina a favor de la continuidad del actual modelo.
Ahora bien, si revisamos los resultados de la encuesta en función del nivel socio económico de la población, el estudio muestra que los sectores D y E son los que apoyan en mayor medida cambios radicales al actual modelo con un 48% y 45% respectivamente. Mientras que los cambios moderados son de preferencia de los sectores A y B con tasas de 54% y 59% respectivamente. Esta marcada diferencia entre un cambio radical y moderado en la población urbana responde a la percepción que los individuos desarrollan a partir del nivel socio económico al cual pertenecen. 
Para finalizar, es clara la demanda de la mayoría de la población urbana por un giro con respecto al actual modelo económico. Apremian propuestas alternativas. Desde Otra Mirada se ha tratado el tema en el encarte: “Mas Estado, mejor mercado para una sociedad democrática”.