¿Se acuerdan de los diarios chicha?
Hace más de una década, entre 1998 y el 2000, existió una fábrica de calumnias que se montó para ayudar a la re reelección de Alberto Fujimori. Esta se denominó genéricamente “diarios chicha”, seis diarios de corte popular cuya línea editorial fue comprada por la dictadura de Fujimori y Montesinos, se supone que por los 122 millones de soles que se desviaron al efecto del presupuesto del sector Defensa. Esta fábrica tuvo una comisión de alto nivel que incluyó ministros de Estado, los comandantes generales de las Fuerzas Armadas y a los propios Fujimori y Montesinos para definir el sentido de lo que se hacía y una oficina con un antiguo periodista como operador que elaboraba titulares y se encargaba de hacerlos llegar a los diarios en cuestión.
Todo este horror se montó para continuar manipulando la voluntad popular, tal como se venía haciendo por distintos medios desde el golpe de Estado del cinco de abril de 1992. Este, sin embargo, era un momento de crisis para la dictadura por lo que necesitaba de operaciones más abyectas aún para permanecer en el poder. Todo esto se juzgó luego de la caída de la dictadura y varios, no todos, de los principales implicados, incluido Vladimiro Montesinos, dieron su testimonio y recibieron distintas condenas. Fujimori, sin embargo, no fue juzgado, primero por encontrarse fuera y luego porque el delito no estaba entre aquellos por los cuales Chile lo extraditó. Esto último recién se cumplió hace un año por lo que recién se ha procedido a iniciarle el juicio oral.
Lo novedoso del nuevo juicio a Fujimori es el show que ahora se intenta montar. Por una parte, el cambio de abogado, de uno muy ligado a la familia Fujimori como era Nakasaki a otro ligado más bien a Montesinos, como es William Paco Castillo. Pero algo más, corren los rumores de que el propio Montesinos buscaría retractarse de las declaraciones inculpatorias a Fujimori que hizo en anteriores procesos. Esto para no hacer más difícil la situación legal del ex dictador que continúa buscando maneras de evadir a la justicia y salir de la cárcel. Mientras tanto en la primera audiencia se ha mostrado un Fujimori aparentemente afectado por alguna enfermedad lo que ya ha motivado la postergación de esta primera audiencia. No debemos olvidar, sin embargo, que en anteriores ocasiones Fujimori ha tratado de conseguir el indulto o el arresto domiciliario argumentado enfermedades que no tenía.
Hoy nos toca no olvidar los horrores de la dictadura y continuar vigilantes para que no proceda ninguna maniobra del dúo Fujimori-Montesinos que les permita, especialmente a Alberto Fujimori, conseguir su libertad, manipulando como ya han demostrado que saben hacerlo a la judicatura y a la propia opinión pública. Este nuevo show no sería sino un capítulo más de la campaña electoral permanente del fujimorismo, cuyo objetivo es regresar al poder para continuar con los latrocinios de la década de 1990.
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