¿Contra quién es la revocatoria?
Los rostros de quienes promueven la revocatoria de la alcaldesa Susana Villarán y su equipo son conocidos. El más notorio es el de Marco Tulio Gutiérrez; sin embargo, sería ingenuo pensar que es el único tras esta campaña. Debemos ir más a fondo y trascender los rostros mediáticos (y los asolapados) para hacernos la pregunta realmente relevante: ¿Contra quién está dirigida la revocatoria? ¿Quiénes se enfrentan?
Creer que la revocatoria está dirigida contra Susana Villarán únicamente es un error. El 17 de marzo se enfrentarán en urnas dos grupos. De un lado, la conjunción del fujimorismo, el APRA y Solidaridad Nacional. La base social de este grupo que promueve la revocatoria es el lumpen del transporte que se opone a las reformas en la ciudad, las mafias instauradas que, como en el caso del desalojo de La Parada, no están dispuestos a abogar por el orden pese a que nos ponen en riesgo a todos los limeños, etc.
A este grupo de personas (e intereses) ya lo conocemos. Ha ocupado el sillón municipal durante la última década y ha generado cuantiosas pérdidas económicas debido a casos de corrupción que se encuentran en proceso de investigación. Pero, además, realizó las obras beneficiando a unas pocas empresas con las cuales se coludieron para enriquecerse con el dinero de todos los contribuyentes de la capital. Detrás de la revocatoria un gran motor es el económico pues quienes vivieron del municipio no están dispuestos a dejar de hacerlo. Por ello, la gestión de Villarán les resulta incómoda.
Del otro lado, tenemos el grupo de quienes con recursos limitados y con la mayoría de medios de comunicación en su contra, busca librar una batalla contra el manejo corrupto ejercido durante años y contra las mafias enraizadas en diversos espacios de la ciudad. La base social de este bando son los ciudadanos que apuestan por una ciudad en la que prime el orden, la modernización que beneficie a todos y no a los bolsillos de unos pocos y donde se pueda vivir con una visión de futuro, un espacio que sea óptimo para el desarrollo de nuestros hijos . Se trata de los limeños con un afán de ver reformas de fondo y no sólo parches a los grandes vacíos que, finalmente, subsisten si no son enfrentados desde la raíz.
En esta campaña no han faltado una serie de elementos distractores que no deberíamos permitir que gobiernen nuestra atención y quiten el foco de los temas de fondo. Tenemos dos casos elocuentes. Por un lado, el eco que han realizado ciertos medios y los promotores de la revocatoria sobre un tema circunstancial como el de la ruptura de un pedazo de muro lateral en la obra Vía Parque Rímac, donde el caudal del río ocasionó el daño cuya reparación no costará al municipio de Lima. Otro elemento distractor es el referente a la contratación de un asesor especializado para dirigir la campaña por el “no”. Al margen de si estamos o no de acuerdo con dicha contratación, lo cierto es que este no es el tema de fondo ni el crucial en esta campaña.
Es importante tener en claro contra quién va dirigida la revocatoria: contra todos aquellos, autoridades y ciudadanos, que anhelamos una ciudad moderna, ordenada y prometedora respecto del futuro que esperamos para todos. Esta campaña recién inicia, es fundamental por ello saber cuáles son los grupos que se enfrentan y contra quién es, verdaderamente, la revocatoria.
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