Viento a favor de No
El día domingo vino cargado de buenas noticias para aquellos que están por el No a la salida de Susana Villarán de la alcaldía de Lima. Dos encuestas ratificaban el aumento que ha experimentado el No en las últimas semanas. Según Datum el No estaría en una situación de empate técnico frente al Sí: 45% vs. 47% respectivamente. Se debe recordar que la anterior encuesta de Datum arrojaba 51% para el Sí y 43% para el No. Por otro lado Ipsos-Apoyo señaló en su encuesta del domingo último que las distancias entre el Sí y el No se habían acortado. Las preferencias según esta encuesta fueron de 58% y 42% respectivamente. Si bien los datos de Apoyo no colocan a ambas opciones en empate técnico, ratifican la tendencia expresada en la encuesta de Datum y al mismo tiempo indican que el No está a solo 8% de la victoria.
Desde fines de enero e inicios de este mes no sólo las encuestas mostraban un cambio en las preferencias electorales de la población de Lima, sino que la campaña por el No pareció ganar coherencia para finalmente tomar la iniciativa política que hasta ese momento había estado en manos de la opción contraria. Los voceros del Sí, mientras tanto, caían uno a uno producto de sus propias contradicciones y limitaciones.
Por otra parte, Luis Castañeda habló directamente sobre la revocatoria y su partido hizo explícito un apoyo al Sí que era evidente desde hace varios meses. Este sinceramiento de Solidaridad Nacional ocurre simultáneamente con el paso de la dirección aprista a una segunda línea por lo menos en el terreno de los medios de comunicación. ¿La entrada de Solidaridad Nacional es acaso un recambio en la conducción política del Sí? ¿Es posible que el Partido Aprista haya decidido pasar a una discreta segunda fila ante los resultados de las últimas encuestas? Una gestión con bajos niveles de aprobación parecía ser la víctima perfecta para acumular capital político. Sin embargo, el aumento de las preferencias por el No y Susana Villarán parece haber desdibujado ese escenario. El retiro de los apristas de las vocerías principales del Sí podría ser un intento por controlar los daños que el fracaso de dicha opción podría ocasionar a sus ya mermadas preferencias electorales. Se debe recordar que fue Nidia Vilchez quien apareció como primera vocera del partido de la estrella en este proceso de revocatoria. Sin embargo, la ex ministra tuvo que retirarse luego de los cuestionamientos que se le hicieron por haber cobrado de manera indebida más de 132 mil soles de gastos de representación mientras fue ministra. A Vilchez le sucedió Carmen Barragan, candidata aprista en las últimas elecciones, que luego de algunas apariciones públicas parece haber desaparecido de las pantallas de la tv y de las páginas de los diarios. El único aprista que permanece en las trincheras del Sí, por lo menos de manera visible, es Mauricio Mulder.
En el caso de Solidaridad Nacional un pase a segunda línea parece menos posible. Cancelada definitivamente la ruta presidencial de su único capital político, Luis Castañeda, el sillón municipal aparece como única vía de escape para este movimiento. Si los solidarios fracasan en la revocatoria es probable que el gran número de denuncias que se han conocido en estos dos años contra el ex alcalde y varios de los funcionarios que acompañaron a Castañeda terminen de sepultar a los solidarios. Y si bien este escenario podría no ser su partida de defunción, seguramente los colocará en una segunda fila en la escena política nacional de la cual será difícil que salgan (dejando que el PPC recobre su tradicional espacio en la capital).
Si bien el viento parece soplar a favor de Villarán y su cuerpo de regidores, para que la tendencia que muestran las encuestas se ratifiquen en las urnas el No debe continuar su buena campaña política, y simultáneamente cometer el menor número de errores posibles. En ese sentido declaraciones como las recientemente dadas por Juan Manuel Velarde vocero de Fuerza Social deben evitarse. Ni a Susana Villarán, ni al No se le hace un favor cuando se afirma que ella podría ser candidata presidencial en el 2016. Para que el No triunfe hay que reducir los flancos de ataque a la alcaldesa y sumar la mayor cantidad de adhesiones posibles. Las declaraciones de Velarde no suman en ninguna de esas dos direcciones.
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