En el mensaje presidencial del 28 de julio, el presidente Ollanta Humala anunció un aumento a las viudas de los pensionistas del régimen 19990 de S/.270 a S/.350.

En el mensaje presidencial del 28 de julio, el presidente Ollanta Humala anunció un aumento a las viudas de los pensionistas del régimen 19990 de S/.270 a S/.350. Esta nueva medida no hace más que recordar los pocos esfuerzos del Estado a la hora de fortalecer el Sistema de Pensiones del país. Este fortalecimiento requerirá de soluciones integrales y no de los parches que los últimos gobiernos han realizado en su afán de postergar para el futuro un problema del presente.

En el Perú existen dos sistemas de pensiones: el privado y el público. En el primero se encuentran las AFP mientras que el segundo se divide entre los regímenes 20530 y la 19990. Hoy en día, los jubilados del Régimen Laboral 19990 perciben una pensión que se sitúa entre S/.415 como mínimo y S/.857 como máximo. Estos montos, junto al nuevo monto para las viudas, son claramente insuficientes dado que muchos pensionistas recibirían menos que el salario mínimo vital que, ya de por sí, no alcanza para cubrir la canasta básica de consumo.

Además, muchos se resisten a jubilarse dado que sus ingresos mensuales caerían considerablemente, como en el caso de los profesores universitarios que pasarían a recibir entre 4 y 6 veces menos de su haber actual. Este hecho se agrava si consideramos que la gran mayoría de pensionistas del sistema público se encuentra en este régimen y que el MEF, a pesar de ser el encargado de actualizar el monto máximo que originalmente era de un 80% de 10 Remuneraciones Mínimas, dejó de lado ese criterio y lo congeló desde el 2002.

Por otro lado, el régimen 20530 surgió como un régimen pensionario temporario que permitiría cerrar la Ley de Goces de 1850. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, sufrió serias transformaciones provocando que muchos jubilados reciban hasta S/.40 mil mensuales gracias a la “Ley Espejo” que indicaba que las pensiones debían ser equivalentes al último monto salarial percibido por el trabajador. Las presiones abusivas de varios sectores permitió la ampliación de su vigencia hasta el 2004, cuando inicialmente debió cerrarse en la década de 1970 y ha sido una de las razones que ha evitado una unificación del Sistema Público de Pensiones. Por ejemplo, hasta hoy las Fuerzas Armadas y Policiales y el Sistema Judicial tienen sistemas de pensiones similares a la 20530 y muy por encima de la gran mayoría de servidores públicos.

Mientras tanto, el gobierno sigue dirigiendo sus esfuerzos a fortalecer el negocio de las AFP y a un sistema pensado para países con características económicas y sociales distintas a las nuestras. Un estudio del Banco Mundial demostró que las comisiones que cobran las AFP en el Perú son una de las más caras de Latinoamérica lo que no hace más que resaltar la ineficiencia de este sistema. IDL Reporteros citó este estudio al indicar que gracias a esas comisiones, entre un 20 y 50% de lo aportado no regresaba a los pensionistas. Y cual gota que rebalsó el vaso, un 57% de los pensionistas en el Sistema Privado de Pensiones cobran menos que el sueldo mínimo (S/.750) mientras que un 27% de ellos cobra incluso menos que la pensión mínima de la 19990 (S/.415). El Estado pareciera haberse olvidado que a quien debe proteger prioritariamente es a las personas y no a las empresas.

Son por estos problemas en el Sistema de Pensiones peruano actual que urge crear uno nuevo. Éste consistiría en un primer escalón público y obligatorio basado en un fondo común, de tal manera que se garantice la función social y la mayor cobertura del sistema de pensiones. Asimismo, un segundo escalón privado, de carácter voluntario, donde cada persona pueda contratar con una AFP u otra institución similar. La pensión contributiva (Pensión 65) complementa en este esquema a los que no pudieron contribuir durante su vida laboral. Este sistema, que es propio de países desarrollados como los EEUU y la mayoría de la Unión Europea, podría darles a los peruanos de tercera edad la vejez digna que merecen.