Argentina se apresta a entrar en un período de campaña electoral ya que en octubre hay elecciones generales. De cara a este suceso diera la impresión de que para algunos sectores de ese país se hubiera entrado al momento del “vale todo”. La trágica muerte del fiscal Alberto Nisman, encargado de la causa de la AMIA, se quiere achacar abierta o veladamente al gobierno que encabeza la presidenta Cristina Fernández. Sin embargo, no parecen existir pruebas que lo incriminen. La denuncia que este fiscal iba a hacer en el Congreso argentino al día siguiente de su muerte resultó no contener –a tenor del texto escrito respectivo– revelaciones ni evidencias importantes que incriminaran a la presidenta Fernández o al canciller Héctor Timerman.

La acusación de que la firma de un Memorándum con Irán para que los incriminados de ese país testifiquen ante una comisión de juristas de ambas naciones constituiría una maniobra de encubrimiento es absurda. El propio Memorándum ha sido ya ratificado por el Congreso argentino y existen además antecedentes internacionales al respecto. Por otra parte, las alertas rojas pedidas a Interpol contra los iraníes tampoco han sido levantadas por ese organismo y el propio ex director de la Interpol ha señalado que nunca lo pidió la Argentina. Por último, el juez de la causa Canicoba Corral ha señalado que Nisman exploraba pistas pero no presentaba pruebas. Por último, todos aceptan, oficialistas y opositores, que ningún otro gobierno ha hecho tanto por aclarar el execrable crimen de la AMIA.

¿De qué se trata entonces? De un operativo de demolición contra el gobierno kirchnerista, en el que, y esta es la novedad, parecen estar implicados algunos sectores de los servicios de inteligencia en los que la Presidenta acababa de hacer cambios importantes. Es indudable que hay sectores desesperados ante las próximas elecciones, frente a las cuales el oficialismo mantiene una posición expectante, si no de victoria por el largo desgaste en el gobierno, sí de constituirse como la primera oposición a un futuro gobierno. Ojalá que se pueda llegar a una investigación exitosa de este luctuoso suceso y sobre todo que se avance en la aclaración del atentado de la AMIA que se llevó la vida de 85 personas.