A diferencia de la desértica Lima, Bogotá es una ciudad verde donde llueve casi todo el año. Más allá de estas distancias climáticas, Lima y Bogotá comparten algo, ambas ciudades están en camino a ser sometidas a un proceso de revocatoria.
En Lima la revocatoria ha entrado en su recta final. Atrás quedaron la recolección de firmas, las tachas del Jurado Nacional de Elecciones y las primeras escaramuzas entre ambas partes. Por delante quedan menos de 40 días y las campañas por el No y el Si avanzan a toda marcha.