Se reduce la pobreza, pero ¿cuándo empezamos a reducir la desigualdad?
Una de las promesas del discurso inaugural de Alan García cuando asumió la presidencia del país fue reducir a la mitad la diferencia entre el ingreso del 20% más rico y el 50% menos pudiente de la población para 2011.
De esta forma, García planteaba una reducción en la desigualdad de los ingresos en la población. A continuación, pasamos a ver un breve análisis con respecto a este punto.
Lo primero que hay que tener claro es ¿a qué tipo de (des)igualdad nos estamos refiriendo?
El indicador de desigualdad al que hace mención García se centra en el ingreso de los individuos, por lo que el tipo de desigualdad al que nos referimos se basa en los resultados monetarios-económicos de los agentes que constituye un claro indicador de la capacidad redistributiva del Estado.
Segundo, en los últimos años ¿cuál ha sido el comportamiento de la desigualdad del ingreso entre 20% más rico y el 50% menos pudiente de la población?
Con respecto a este tema, la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza (MCLCP) realizo el diálogo: “Las Perspectivas Macroeconómicas y las Metas Nacionales para la Reducción de la Pobreza”. En donde se abordaron cuestiones de corte económico centrando el interés en temas como la pobreza y la desigualdad. Uno de los ponentes fue Javier Escobal1–investigador de Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE)- quién preciso que la distancia entre el 20% más rico y el 50% más humilde de la población paso de 4.42 en 2006 a 4.46 en 2008. Esto significa que el 20% más rico de la población paso de tener 4.42 a 4.46 veces el ingreso del 50% más humilde de la población (Ver gráfico).
Gráfico: Diferencia entre el ingreso del 20% más rico y el 50% más humilde de la población
Elaboración: Otra Mirada.
Fuente: Diario Gestión_ Javier Escobal.
En resumen, de 2006 a 2008 si bien hemos experimentado altas tasas de crecimiento económico con una reducción de la pobreza monetaria, lo que ha habido también es un deterioro en la igualdad de ingresos de la población. Y para 2009 es previsible que esta situación no mejore e incluso empeore por efecto de la crisis internacional. Así pues, hemos ido en dirección opuesta a la meta planteada por el Gobierno acrecentando la brecha de los ingresos en la población.
Podemos aterrizar el presente análisis en dos ideas concretas. La primera es que el actual modelo de crecimiento primario-exportador es incapaz de generar eslabonamientos en el resto de la economía y por lo tanto no posee un carácter inclusivo que permita una mayor movilidad social entre los agentes. Y segundo es que queda al desnudo la poca voluntad para redistribuir de este gobierno. Insistimos ¿cuándo empezamos a reducir la desigualdad?, es momento de repensar el actual modelo de desarrollo económico tema que hemos tocado en nuestro último encarte.
1 Revisar diario Gestión del 04.03.2010 pp-06.
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