Reacomodo en políticas magisteriales

Por: 

Sigfredo Chiroque

En este año, el Día del Maestro Peruano se celebra con reacomodos significativos en las políticas magisteriales. El sistema ha permitido mermar la desregularización del trabajo docente y aumentar su poder adquisitivo; pero, al mismo tiempo en la práctica se ha aumentado el control laboral y político del magisterio. ¿La alianza fujicerronista tiene que ver con esto?

Quiénes son

Para 1901, apenas 1337 estaban laborando como docentes estatales; ahora (2023) hay un total de 593,961. De este total, 419,170 estaban en el sector público (70.62%) y 420,893 (70.86%) en área urbana. La privatización docente nacional (29.38%) se da fundamentalmente en área urbana, de manera desigual. En la Región Lima el 53.9% de maestros laboran en instituciones educativas particulares; por ello, la lucha gremial en la Capital de la República es relativa y más bien cobra importancia la que viene del resto de las regiones del país.

Normalmente los maestros deberían ser titulados y así estar en la Carrera Pública Magisterial; pero en el Perú tenemos todavía unos 74,502 de docentes estatales de Inicial, Primaria y Secundaria (19.44%) sin título profesional.

Dos reacomodos

Poder adquisitivo. Para el magisterio peruano, en términos de poder adquisitivo, el mejor momento fue el año 1965 con Belaunde y el peor el año 2000 con Fujimori. No basta la lucha gremial en las reivindicaciones docentes, sino además la decisión política y la situación del país durante las luchas del SUTEP de las décadas de 1970 y 1980, el poder adquisitivo del magisterio mermó sustantivamente y desde el Gobierno de Toledo se inició una lenta recuperación. Por los años 2016, confluyeron la lucha de los SUTE-Regionales (con Pedro Castillo a la cabeza), la apertura liberal con Kuczynski y una positiva situación de la economía del país. Todo ello posibilitó mejoras salariales en el magisterio, instaurándose la previsión de incrementos en la Remuneración Integra Mensual (RIM) de los docentes en los meses de marzo y de diciembre. De esta manera, se aceleró la mejora del poder adquisitivo del magisterio nacional. 

Para este mes de julio 2024, el promedio de Remuneración Bruta de los docentes estatales nombrados y contratados será de S/ 3,151.4 y la Líquida de S/ 2,792.6 (sin contabilizar la gratificación por Fiestas Patrias). Los docentes nombrados están algo mejor remunerativamente que los contratados, pero, la mayoría de los nombrados (el 59.41%) están en la Escala I y II con una Remuneración líquida de 2900 soles. El magisterio peruano está saliendo de la pobreza y debería recuperar su poder adquisitivo, por lo menos, de 1970. 

Regularización del trabajo docente. Para junio del 2023, teníamos un 47,9% de docentes contratados en el Estado. Este porcentaje disminuyó a 28.6% en abril 2024. Ahora, en el sector público, se trabaja con 131,810 maestros contratados, donde están incluidos los 74,502 docentes que no tienen título, así como unos 25,500 docentes que se requieren para atender con pertinencia en la Educación Intercultural Bilingüe de los Pueblos Originarios

Los docentes contratados existentes actualmente tienen la posibilidad de ser nombrados en el Estado, a través de dos vías: Concurso de nombramiento previsto para este año 2024 o por la vía del irregular nombramiento excepcional (automático, para algunos). Con este último criterio, ya salió la Ley 32046 (6-8-2024) para nombramiento de docentes de CETPROs y la de docentes EBR ha sido aprobada en el Congreso y -de no ser ratificada en el Ejecutivo- podría ser aprobada en el Congreso por insistencia. 

La alianza derechista con un sector de la izquierda populista aparece detrás de estos reacomodos. Las mejoras salariales -iniciadas con JPK- se han retomado de nuevo junto con la revisión relativa de los contratos docentes; pero al mismo tiempo están aumentando las medidas de vigilancia de la hegemonía del sistema, también en el trabajo docente.

Control magisterial

La propuesta neoliberal está mermando sus fauces en el campo remunerativo de los docentes y en las condiciones de trabajo (nombramientos); pero, está endureciendo su postura en lo referente al control cotidiano del magisterio. Los docentes ya “no tienen tiempo” para dedicarse a otras tareas que no sean las que vienen del Ministerio de Educación (MINEDU). Y tanto el SUTEP como la FENATEP, divididos, no tienen la fuerza de antaño, como se evidenció en los paros magisteriales del 22 y 23 de mayo últimos.

El sistema ha mermado sus tesis de contratación docente y pauperización magisterial, pero controla a los docentes para que cumplan sus desempeños, para garantizar rendimiento de los estudiantes, lo cual depende de la condición socio-económica de los estudiantes y no tanto del factor docente. 

Ya la Ley de Reforma Magisterial, 299944, había normado diversas formas de control del magisterio, pero se busca radicalizar más el control. El 14-02-2024 el Ejecutivo envió al Congreso el Proyecto de Ley 7045 donde se endurecen las medidas de control, no solamente en relación a los aprendizajes de los estudiantes, sino en relación a la orientación político-ideológica de los maestros.  Por ejemplo, difícilmente algún profesor/a podría militar en una entidad progresista, pues podría ser despedido acusado de pertenecer a una organización que promueve el cambio. 

La Encuesta Nacional de Docentes (ENDO) encontró que solamente un 0.2% de docentes no realizaba labores adicionales fuera del horario laboral. Para preparar clases y realizar tareas administrativas fuera del horario laboral: un 1.1% de docentes dedicaba 1 hora; 35.1% de 1 a 3 horas; y un 63.7% más de 3 horas. Esto justifica que el reconocimiento de horas de trabajo sea de 40 horas semanal-mensual para todo el magisterio nacional y no de 30 como lo es ahora mayoritariamente. De esta manera, recién los docentes conquistarían las 8 horas de trabajo diarias.