Que no se repitan las fatalidades

Por: 

Q.F. Javier Llamoza

Investigador de Acción Internacional para la Salud - AIS

El 7 de abril sumaron cinco las lamentables vidas por un error en la producción de suero fisiológico. Este hecho infortunado terminó mostrando las debilidades del órgano regulador DIGEMID, que tomó decisiones que aún no son explicadas como el cierre de toda la planta de MEDIFARMA por defectos en una línea de producción, la suspensión   del registro sanitario por un lote defectuoso, sin prever las consecuencias para el sistema público, además de manifestar las debilidades del sistema de farmacovigilancia y trazabilidad, entre otros.

El caso también explicitó que la DIGEMID continúa expuesta a presiones políticas y/o comerciales, que afectan su desempeño técnico.

Recordemos que en los 90, la ley permitía los registros sanitarios en siete días, originando un mercado farmacéutico inseguro. Se otorgaba registro prácticamente a todo lo que se solicitaba. Luego de modificarse la ley y otras normas para mejorar el registro de medicamentos, nuevas arremetidas han surgido en el poder legislativo, insistiendo en autorizaciones automáticas para medicamentos o su venta en cualquier establecimiento comercial, justificándolo con un malentendido concepto de accesibilidad o una interesada interpretación.

Hacia un órgano regular diferente

Es urgente contar con un órgano regulador con autonomía técnica, financiera y administrativa y que no esté sujeto a intereses privados o ser botín de repartijas políticas. Cumplir sus funciones inherentes con los recursos apropiados, mejoraría su reputación como autoridad reguladora calificada, de acuerdo con las exigencias de los parámetros OMS/OPS.

Esta urgencia fue oportunistamente reconocida por actual ministro de salud; el 29 de marzo, mediante comunicado de prensa N°007/2025, informó que en una semana presentaría al Congreso de la Republica un proyecto de ley para convertir a la DIGEMID en un Organismo Técnico Especializado con autonomía financiera y administrativa.  Al parecer la intención se ha diluido, primando intereses por mantener un órgano regulador débil.

En su defecto, el congresista Jorge Marticorena del grupo parlamentario Alianza Para el Progreso, presentó el 03 de abril el proyecto de ley No 10711/2024-CR “Ley que declara la Autoridad Nacional de Productos Farmacéuticos, Dispositivos Médicos y Productos Sanitarios-APEMED como Organismos Público Técnico Especializado”. Su contenido tiene mucha similitud a la propuesta que se venía trabajando desde el ejecutivo, ¿Qué sucedió aquí?, no lo sabemos. 

Los peruanos y peruanas exigimos que situaciones como las vividas por el suero fisiológico no se repita, que no se sigan desvirtuando regulaciones poniendo en riesgo la calidad, seguridad y eficacia de los medicamentos, contando con un débil órgano regulador. Las organizaciones de la sociedad civil, gremios profesionales, la academia y ciudadanos debemos exigir que el ministro de salud cumpla con su compromiso y tenga la firmeza y solvencia para defender la creación de un órgano regulador con autonomía, que nos garantice medicamentos, productos farmacéuticos y dispositivos médicos de calidad, seguros y eficaces.