El sábado 29 de agosto de 2009, Otra Mirada publica en el diario La República el primer número de una serie mensual titulada “Análisis y propuesta de política”, en la que presentamos diagnósticos y propuestas sobre diferentes problemas sectoriales o regionales que tengan relevancia para la agenda política nacional. El objetivo de estas publicaciones es contribuir al debate sobre problemas cruciales para nuestro desarrollo nacional, informando a un público lo más amplio posible sobre las características de un determinado problema, los intereses en juego sobre el mismo y las alternativas de solución en función de lo que creemos beneficia a la mayoría de los peruanos.
 
Esta nueva publicación mensual de Otra Mirada, que se suma a nuestros análisis diarios de lunes a viernes por internet, empieza en un momento muy importante para el Perú. El proyecto neoliberal, que empezara en dictadura Alberto Fujimori y que han continuado en democracia Alejandro Toledo y Alan García, muestra signos de agotamiento. Ellos se manifiestan en los bajos índices de popularidad presidencial y gubernamental y en las grandes limitaciones de un modelo económico que, a pesar del crecimiento del PBI, es incapaz de superar las graves fracturas que atraviesan el país y que nos condenan al atraso, la pobreza y la sumisión a poderes extranjeros.
 
Los próximos dos años son años electorales. Tendremos elecciones locales y regionales a fines de 2010 y elecciones generales en abril de 2011. Este tiempo de elecciones es una nueva oportunidad  para terminar con el neoliberalismo y la democracia precaria  y darle un vuelco a la situación del país, encaminándolo hacia el progreso y el desarrollo. Para ello, es indispensable que la discusión electoral toque los temas de fondo cuya solución permita sacar el Perú adelante y deje de lado cuestiones accesorias que buscan distraer la atención popular. La tarea no es fácil pues hay que romper el secuestro mediático que la derecha económica y política ha impuesto con éxito durante estos años. Sin embargo, este es el único camino que permitirá a los ciudadanos una decisión informada y oportuna para elegir candidatos que luego a la vuelta de la esquina no los traicionen.
 
En esta oportunidad nos ocupamos del gas de Camisea y la necesidad de que el Estado recupere la soberanía nacional sobre nuestros recursos naturales, especialmente energéticos, de manera tal que podamos contar con una matriz energética basada en lo que tenemos en abundancia: gas y agua, y menos dependiente de recursos caros y escasos como el petróleo. Asimismo, la importancia de generar valor agregado con recursos como el gas natural, no dedicándolo exclusivamente al uso como combustible sino también desarrollando una industria estratégica como la petroquímica, de importancia fundamental para el desarrollo nacional. 
 
Es lamentable, por último, señalar el triste papel del gobierno de Alan García, que promete renegociar los contratos de concesión del gas de Camisea para asegurar el abastecimiento interno y termina aceptando la propuesta de las empresas que no cambian en lo fundamental su control del negocio, ni nos devuelven siquiera, uno de los dos lotes de gas barato que el gobierno de Toledo les dio para la exportación. Sigue mandando  la urgencia del consorcio por llevarse nuestro recurso afuera y su arbitrio para vendernos nuestro propio gas al precio que les da la gana. El problema  entonces continúa y la salida no es otra que recuperar soberanía sobre lo que nos pertenece y no permitir que se exporte una sola molécula de gas mientras no se asegure el abastecimiento interno con un horizonte permanente de 20 años.