Notas Disidentes

Por: 

Alberto Adrianzén M.

Estas notas fueron escritas, como se decía antes, al correr de la máquina. La primera fue una respuesta a un pedido para apoyar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana al Perú. Las otras dos las publiqué en mi muro como reacción al impúdico avance de la mafia y la ultraderecha en nuestro país.

La carta y la oposición (03.05.24)

Días atrás Manuel Rodríguez Cuadros hizo la misma propuesta que ha hecho hoy Diego García Sayán: pedir que se aplique la Carta Democrática Interamericana. Más allá de que sean mis amigos, personalmente no estoy de acuerdo. La "injerencia externa" crece conforme la oposición se hace más débil.

El Perú no es Guatemala ni Honduras. En ese sentido creo que los países de la región serían más cautos frente a la propuesta de aplicarnos la Carta Democrática. No veo a países como Chile, Argentina, Uruguay, Ecuador, Paraguay, es decir la mayoría de países de América del Sur, apoyando esta propuesta. Incluso diría que Brasil, Bolivia y EEUU están en veremos. 

Y si bien la aplicación de la Carta la podrían pedir Colombia o México o el propio Secretario General de la OEA, no creo que sea el gobierno peruano, como sucedió durante la presidencia de Pedro Castillo, quien la pida. Tal como están las cosas, ni la oposición, ni el gobierno, ni el fujimorismo, ni la ultraderecha y las mafias están interesados en pedirla.  Hoy estos casi todos estos sectores caminan sin problemas en el proceso de copamiento “legal” de las instituciones del régimen democrático. 

De otro lado, la propuesta puede ser un búmeran contra la oposición y la izquierda. Ya veo a la derecha gritando: los caviares buscan el apoyo de los EEUU y planteando una vez más la salida del Perú de la Corte Interamericana de DDHH.

Confieso que siento un fastidio cuando se recurre constantemente a estas propuestas ya que demuestran que no somos capaces de resolver nuestros problemas. Cada vez somos más dependientes de los organismos internacionales, en un momento en el cual estos mismos organismos están en crisis y más bien son los EEUU los que los dominan, por lo menos en la región. Miremos no más la incapacidad de esos organismos internacionales para arbitrar o buscar soluciones a los múltiples conflictos armados en el mundo. 

En realidad, caminamos hacia un “régimen de excepción” a nivel mundial; es decir, un poder que rechaza el derecho internacional y que crea su propia legalidad para mantenerse en el poder, sino veamos lo que pasa en Ucrania y en Palestina. 

JNJ: la necesidad de hacer política y la ONPE (04.05.24)

A continuación, copio un texto que publiqué en mi muro de Facebook sobre la crisis de la JNJ en el que expreso que nuestros amigos abogados, juristas y políticos tuvieron una posición equivocada al apoyar que no asuman los suplentes. Creo que es un regalo a la ultraderecha, al fujimorismo y a Perú Libre. Es como votar en blanco cuando vas a perder. A mi parecer en este momento lo testimonial y las quejas como una forma de lucha frente a una derecha mafiosa y francamente antidemocrática y macartista, son un error.

Aquí el texto publicado:

Soy de la opinión que fue un error que los "suplentes" de la JNJ no hayan aceptado los cargos que les tocaba ocupar. Si algo se requiere para frenar a la "coalición mafiosa" que hoy nos gobierna, es luchar realmente contra ella y quejarse menos. Los gestos morales son valiosos e importantes, pero ayudan poco, más aún cuando los enemigos son grupos mafiosos y corruptos que están a la ofensiva y a los que poco o nada les importa la buena moral o el interés del país, aprovechando un contexto en que la población está "desconectada" de los políticos y de estos temas. Un buen ejemplo de ello es la propuesta del Defensor del Pueblo, aliado del fujimorismo y Perú Libre, que busca completar el número legal de los miembros de la JNJ con la “elección" de los suplentes y así "resolver" la crisis de esa institución poniéndola bajo su control político, como hoy sucede con el TC. Otro ejemplo son las propuestas de una congresista del fujimorismo en el programa "Mundo paralelos" que promueve una "limpieza política" del Estado y también la censura a toda propuesta crítica y progresista en el ámbito cultural, es decir la implantación de la censura política del Estado. Si algo buscan los mafiosos y corruptos es un camino libre de obstáculos para imponer "legalmente" a sus compinches en el Estado y en las instituciones. Es este control político del Estado la garantía para que el poder de la ultraderecha y las mafias no sea desafiado por un buen tiempo en nuestro país.

Colofón: JNJ: La necesidad de hacer política y la ONPE (08.05.24)

Hace tres días escribí también en mi muro de Facebook sobre una grave consecuencia del error de no haber asumido los suplentes los dos cargos de la JNJ. Hoy el jefe de la ONPE, Piero Corvetto no fue ratificado por la JNJ. Falconi votó en contra y solo se alcanzaron cuatro de los cinco votos para que Corvetto sea reelegido. En el corto plazo la JNJ tendrá que elegir a un nuevo jefe de la ONPE, tiempo suficiente para proponer un nuevo jefe cercano al gobierno, a la derecha y a la ultraderecha. Ha llegado el momento de hacer política. Los gestos morales o testimoniales importantes siempre, sin embargo, hoy son insuficientes. Hoy nos enfrentamos a una mafia, al fujimorismo y también a la ultraderecha. 

Hacia un macartismo a la peruana (08.05.24)

¡Qué curioso! El mismo día que el Congresista Muñante presenta una moción para crear una comisión investigadora sobre la asignación de "estímulos económicos para la actividad cinematográfica y audiovisual", el ministerio de Cultura anuncia que "se ha decidido reestructurar los procedimientos de los Estímulos Económicos para el cine".

Esta moción del congresista Muñante y esta decisión del Ministerio de Cultura nos anuncian que la "batalla cultural", como dirían los “anarcocapitalistas”, ha entrado en una nueva fase, más peligrosa y conservadora, cuyo objetivo es imponer en el país una censura política e ideológica en el ámbito cultural y, por lo tanto, político. Es decir, una suerte de macartismo tal como sucedió en los años cincuenta en los EEUU. Solo falta que creen, al igual que en EEUU, un Comité de Actividades Antiperuanas. Quieren matar al cine peruano cuando comenzaba a despegar, toda una desgracia nacional. Solo falta que quemen libros.  La batalla cultural ha comenzado, que cada uno escoja su "trinchera".