Los medios de comunicación y la democracia
Hace casi cuatro años, en abril de 2010, hacíamos en Otra Mirada No 8 un planteamiento precursor: democratizar la comunicación social. Nuestros planteamientos influyeron en el programa de la Gran Transformación en el que se plantearon los temas de la concentración de los medios, la propiedad cruzada y los medios públicos. El debate en la campaña fue, sin embargo, pobre, y sirvió sobre todo para calificar a los que defendíamos estas posiciones de controlistas y estatistas. Pasó el tiempo y el problema reventó por sí solo. La compra del grupo Epensa por parte del grupo El Comercio puso a este último como propietario del 78% de los medios escritos, creando un agudo problema de concentración en el sector. El problema volvía así abruptamente a la actualidad.
Sin embargo, ello ha permitido volver a poner sobre la mesa la relación entre los medios de comunicación y la democracia. Hoy le queda claro a buena parte del espectro político y de los líderes de opinión que el problema de la concentración afecta a la libertad de expresión y como resultado a la democracia. La consecuencia inmediata de ello es la acción de amparo de ocho periodistas de diferentes medios para que el Poder Judicial anule la compra hecha por el grupo El Comercio. No se había dado un paso tan importante en los últimos años para enfrentar al oligopolio mediático.
Pero este cuestionamiento nos trae también otros problemas sobre el mismo tema que debemos tomar en cuenta. Nos referimos a la propiedad cruzada de varios de tipos de medios - radio y TV por ejemplo- en una misma localidad, y a la presencia de los medios públicos y sociales en los espectros audiovisuales, analógico y digital, en una proporción significativa. La propiedad cruzada quizás sea un problema mayor que la concentración de medios porque supone una llegada más importante a la opinión pública que solamente la concentración. La radio y TV pública y los medios manejados por las organizaciones sociales significan en su desarrollo una multiplicación de las voces con intereses sociales distintos a los privados, por lo que es especialmente importante promover su desarrollo. Tenemos entonces tres problemas para abordar: la concentración, la propiedad cruzada y la promoción de los medios públicos y sociales.
Queda también al debate la salida al problema. ¿Basta con una sentencia judicial que impida la compra hecha por el grupo El Comercio? ¿Es suficiente la autorregulación de los medios de comunicación? ¿Hay necesidad de una ley que regule a los diversos tipos de medios? Al efecto, el congresista Manuel Dammert de la bancada Acción Popular-Frente Amplio está llevando adelante un ciclo de audiencias públicas en el Congreso para tratar las diversas posiciones al respecto. Esperamos que en los próximos meses se profundice la discusión y podamos llegar en el Perú a un nuevo consenso de la relación entre medios de comunicación y democracia.
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